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SAITAMA, JAPÓN.- Los partidos perdidos por un punto son difíciles de olvidar. Las derrotas por un punto, con canasta de tres en el último segundo y en las semifinales del campeonato de Europa, esas son imborrables. A menos que llegue la oportunidad de cobrar venganza, y ahí el destino le sonrió a Francia.
Los galos tienen a la mano la posibilidad de darle borrón y cuenta nueva a su revés del año pasado contra Grecia en la Eurocopa, cuando ambos jueguen el miércoles por un boleto a las semifinales del Mundial de Basquetbol.
Estados Unidos se enfrenta el mismo día con Alemania en el cierre de los cuartos de final. España-Lituania y Argentina-Turquía ponen en marcha hoy martes la tercera ronda.
Francia todavía tiene pesadillas con el triple de Dimitrios Diamantidis al sonar la chicharra que dio a Grecia una victoria por un punto en las semifinales, y la catapultó al campeonato europeo.
"Todavía tenemos un poco de rabia porque nos ganaron por uno en el campeonato europeo", indicó ayer Mickael Pietrus, escolta de los Warriors de Golden State de la Asociación Nacional de Basquetbol (NBA).
La plantilla francesa que perdió ese encuentro en Belgrado es prácticamente idéntica a la que juega en Japón, con una excepción: el armador Tony Parker está ausente del Mundial por una fractura en un dedo.
Pietrus, el base Aymeric Jeanneau y especialmente el alero Boris Diaw aumentaron su cuota para compensar por la pérdida del astro de los Spurs de San Antonio.
"Fue muy difícil perder el año pasado contra Grecia, especialmente perder por un punto y en el último segundo", comentó Diaw luego de una práctica en el Saitama Arena, sede de las rondas finales del torneo.
"Será un gran partido, ellos tienen un gran equipo", agregó el mejor anotador de Francia con promedio de 12.8 puntos.
También será un duelo entre dos de las mejores defensas del campeonato. Los franceses permiten apenas 65.2 puntos por juego y sus oponentes sólo aciertan el 38 de sus tiros, ambas cifras líderes. Grecia no está muy detrás, y tolera sólo 70.3 puntos y 48 por ciento.
Con estos antecedentes, no hay que esperar un festival ofensivo. "No va a ser un partido de 100, 150 puntos, debe ser más bien de 50, 60 puntos", señaló Pietrus. Un plantel que no ha tenido dificultades para quemar la malla es Estados Unidos, que llega sobre una nube a su cita con la Alemania de Dirk Nowitzki.
Los norteamericanos cuentan con el ataque más formidable, al son de 109.3 puntos por duelo, y su rotación de diez jugadores ha sido imbatible hasta el momento. La confianza de los estadounidenses se disparó luego de vapulear 113-73 a Australia en los octavos de final. "Queríamos enviar un mensaje", indicó el delantero Chris Bosh luego de ese encuentro.
Alemania es un buque de un cañón llamado Nowitzki, el astro que condujo a los Mavericks de Dallas a la final de la NBA. Pero el delantero fuerte tendrá de frente una constelación de estrellas como LeBron James, Carmelo Anthony y Dwayne Wade, escolta que cargó al Calor de Miami al campeonato de la liga estadounidense.
El ganador de este partido se topa en semifinales con Grecia o Francia, mientras que en la otra semifinal se enfrentan los que salgan con éxito de los partidos Argentina-Turquía y España-Lituania.
