Detienen además a otros cinco dirigentes del Frente Popular para la Liberación de Palestina.
EFE
Cisjordania.- El Ejército israelí apresó ayer al máximo líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), Ahmed Saadat, y a otros cinco dirigentes palestinos que perseguía desde 2001, en un espectacular asalto a la prisión de Jericó, que quedó completamente destruida.
Los dirigentes palestinos se hallaban en esa prisión desde 2002 bajo la supervisión de observadores estadounidenses y británicos, que ayer abandonaron sus puestos, lo que dio lugar a una rápida intervención del Ejército israelí para impedir que fueran dejados en libertad por el Gobierno palestino.
?Los seis fugitivos, entre ellos tres asesinos de (el ministro de Turismo israelí Rejabam) Zeevi y otros tres dirigentes, se han entregado?, dijo en rueda de prensa el comandante en jefe de la Región Central, Yair Navé.
Preguntado sobre si ha habido negociaciones con los presos, el comandante contestó: ?no ha habido un diálogo con las personas que había adentro, por los canales habituales y después que comprendieran nuestra determinación de ir hasta el final, han decidido rendirse?.
La operación israelí comenzó veinte minutos después de la salida de los observadores extranjeros, con un asedio a la prisión que dio lugar a sucesivos tiroteos y bombardeos en los que murieron tres palestinos, entre ellos un preso y un policía de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Otros veinte resultaron heridos.
En total han salido de la prisión alrededor de 250 presos y policías palestinos, de los cuales el Ejército ha liberado a 76 por no estar acusados de delitos contra Israel y el resto continúa siendo interrogado.
Saadat -que se entregó con las manos en la cabeza- y dos de sus lugartenientes están acusados por Israel de ser los instigadores del asesinato de Zeevi en un hotel del norte de Jerusalén, en octubre de 2001.
Desde entonces, Israel ha perseguido a los tres hasta la mismísima ?muqata? de Ramallah, donde hallaron refugio bajo la tutela del entonces presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat.
Con ellos se encontraban otros tres miembros de distintos grupos, incluido el funcionario de Al Fatah, Fuad Shubaki, que organizó en 2001 el transporte de un cargamento de armas hacia Gaza, que comandos israelíes interceptaron en el Mar Rojo a bordo del barco Karim A.
Gracias a un acuerdo diplomático en 2002, Israel aceptó el traslado de los seis a la cárcel de Jericó pero bajo la supervisión de observadores occidentales.
La operación israelí fue provocada por la salida de los observadores, que consideraban que su seguridad ya no estaba garantizada por la ANP, y por las recientes declaraciones del presidente palestino, Mahmoud Abbas, y del primer ministro designado, Ismail Haniye, favorables a una liberación de los seis.
?Hace algunas semanas los mismos palestinos dijeron que pensaban dejarlos en libertad y los británicos advirtieron de que se irían?, sostuvo el comandante Navé. ?Cuando vimos que salían, decidimos entrar?, concluyó el militar israelí, quien aseguró que Israel no coordinó la operación con Londres y Washington.
La ANP y la Liga Árabe han acusado a ambos países de coordinar el asalto a la prisión con Israel, a fin de favorecer la campaña del primer ministro en funciones, Ehud Olmert, a quien sus rivales políticos reprochan su falta experiencia en asuntos militares.
Durante el asalto, el Ejército israelí prohibió la entrada a la ciudad tanto a civiles como periodistas, y desplazó a la zona numerosos contingentes militares y policiales de asalto, así como tanques y helicópteros.
Excavadoras militares destruyeron el muro que rodeaba la prisión y, poco antes de la rendición de los reclusos, el Ejército estudió la posibilidad de bombardear el recinto si los presos no se hubieran rendido de forma pacífica.
Pero el asalto israelí tuvo graves repercusiones en Cisjordania y Gaza, sacudidas ambas por una ola de violencia sin precedentes contra occidentales.
Fuentes de la Seguridad palestina han confirmado el secuestro de al menos once extranjeros, así como el asalto a sedes diplomáticas y culturales de Estados Unidos, la Unión Europea y Gran Bretaña.
Confían en que Abbas restablezca el orden
La comisaria europea de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, aseguró ayer tras reunirse con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, que éste tiene ?mucha confianza? en que podrá restablecer la calma en los territorios palestinos.
Abbas suspendió la intervención que tenía prevista hoy miércoles, ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo y una reunión en Bruselas con el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Javier Solana, para tratar de frenar la ola de violencia generada en los territorios palestinos tras el asalto israelí a la prisión de Jericó.
?He encontrado a Abbas con mucha confianza, muy seguro de sí mismo. Si vuelve hoy es porque considera que, si está sobre el terreno, podrá restablecer la Ley y el orden?, señaló Ferrero-Waldner en unas declaraciones tras la reunión.
El presidente palestino emprendió el viaje de regreso a los territorios palestinos sin realizar declaraciones.