AP
MANILA, FILIPINAS.- La Policía detuvo ayer a al menos tres personas detractoras de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo, a la vez que allanó las oficinas de un periódico, en lo que parece ser una ofensiva para aplacar a la Oposición política y zanjar las amenazas de un golpe de Estado.
Arroyo declaró el viernes el estado de emergencia tras los temores que surgieron en el país de un golpe de Estado. Las autoridades irrumpieron en las oficinas del The Daily Tribune y confiscaron contenido editorial. La Policía aún estaba en las oficinas, pero se desconoce si cerrarán el diario, dijo el editor Ninez Cacho Olivarez.
El periódico, de la propiedad de la familia Olivarez, ha sido de los más críticos de Macapagal. Por otra parte, la Policía capturó a un político de la Oposición, Crispín Beltrán, y a dos ex generales de la policías.
La decisión de la mandataria de decretar el estado de emergencia, que se produjo en el 20 aniversario del retorno a la democracia en Filipinas, suscitó todo tipo de críticas, inclusive de su aliado más cercano, el ex presidente Fidel Ramos.
“Estaba estupefacto”, dijo Ramos, un comandante militar cuyo apoyo fue vital para la presidenta el año pasado cuando casi es impugnada. Con sus duras palabras, Ramos ha dejado a Macapagal aún más aislada.
Como muchos otros, Ramos comparó el estado de emergencia con las leyes marciales que declaraba el ex presidente Ferdinand Marcos. Dijo que la maniobra estaba “matando el espíritu del poder de la gente”. Agregó que el estado de emergencia era una respuesta injustificada a un golpe de Estado que jamás se produjo.
