EFE
Maputo.- Un matrimonio de hechiceros mozambiqueño que llevaba alimentándose de huesos y carne humana durante 26 fue apresado por la Policía y, según confesó la pareja, lo hacían para mantener vivo su espíritu, al que llaman "Magamba".
La noticia, publicada en el diario nacional "Noticias", ocupa el centro de las conversaciones en las calles, oficinas, cafeterías y establecimientos públicos del país.
La pareja de hechiceros -el hombre de 50 años y la mujer de 34- vivía en el distrito de Gorongosa, provincia de Sofala, y para hacerse con la carne, vísceras y huesos exhumaban cadáveres de sepulturas de la zona, especialmente de niños pequeños.
"No puedo negar que como carne y huesos humanos porque todo curandero que tiene un espíritu igual al mío tiene que comer carne y huesos humanos", aseguró el esposo, N. Mafunga.
Mafunga fue detenido por la Policía en posesión de partes y órganos humanos, como una cabeza y varias vísceras. Admitió que lleva haciéndolo 26 años y que los cuerpos se desenterraban por voluntad de los espíritus gracias a su magia.
"Son los espíritus quienes mandan, no soy yo", declaró cuando se le preguntó si sentía algún tipo de remordimiento al consumir partes humanas.
La Asociación de Médicos Tradicionales de Mozambique (AMETRAMO), dijo que este es un caso de brujería.
"No podéis creer lo que dice este hombre", aseguró el presidente de AMETRAMO, Silverio Sod, dirigiéndose a las autoridades. "Que con su magia los huesos salen solos de sus tumbas. El es peligroso", añadió.
Como es de suponer la Policía no dio crédito a la versión del curandero, a quien ya se le está abriendo un proceso criminal.
Hace unos años, en la provincia de Nampula, norte de Mozambique, se registraron varios secuestros y asesinatos de niños con fines hechiceros. El asunto tuvo cobertura internacional.
En un principio se creyó que se trataba de un caso de tráfico de órganos humanos, donde corazón y riñones eran utilizados en quirófanos de países desarrollados.
