EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- ¿Cuántas veces te han dicho que aparentas más edad de la que realmente tienes? Quizá muchas, y es que el envejecimiento no es de un sólo tipo, existen varias clasificaciones en las cuales, la aparición de las líneas de expresión está determinada por los movimientos de la cara y por los rayos solares.
Y es que la historia de cada arruga es diferente, además es importante señalar que la gran mayoría de las mujeres comenzamos a preocuparnos por aquéllas a partir de que tenemos 30 años, cuando el daño ya está hecho.
A continuación te detallamos las clasificaciones y algunas de sus características:
FOTOENVEJECIMIENTO
Éste puede aparecer desde los 20 años y es producido por la exposición solar continua, principalmente a los rayos ultravioleta (UV). El 70 por ciento de las arrugas prematuras son producto de los rayos UV, los que afectan a la piel a nivel epidermis (trastorno en los melanocitos provocando un aumento en la producción de melanina, lo cual deriva en la aparición de manchas) y la dermis (aquí disminuyen las fibras de colágeno y la producción de radicales libres genera la aparición prematura de arrugas).
Las características de este tipo de envejecimiento son: piel seca, rugosa, gruesa, hinchada, arrugas superficiales y profundas y ciertas manchas.
Para combatirlo se recomienda usar protector solar y productos especializados, tanto de día como de noche, que contengan ingredientes como retinol y vitamina C.
MYOENVEJECIMIENTO
Se presenta entre los 20 y los 40 años y es producido por los movimientos naturales del rostro, es decir, cuando ríes, lloras, te enojas o manifiestas una emoción, tu rostro se mueve para expresarse, con lo cual la piel forma pliegues.
Así la contracción repetida de las fibras genera y mantiene arrugas en tu piel por lo cual aparecen pequeñas líneas localizadas en las zonas de las gesticulaciones (entrecejo, frente, contorno de ojo) y la epidermis comienza a perder tonicidad.
Lo que ocurre a nivel más profundo es que los fibroblastos o células que se contraen durante el movimiento, se quedan en esa posición por unos segundos y aparecen las arrugas.
Entre las soluciones que existen para éste tipo de piel están las cremas que contengan paraelastyl, adenosina, magnesio, cefeína (sustancia encargada de reducir el cansancio) o vitamina E.
Para soluciones más drásticas, se recomienda infiltración de rellenos o aplicación de botox.
CRONOENVEJECIMIENTO
Se presenta entre los 40 y 50 años. Con el tiempo, la piel pierde fibras de colágeno y elastina y las arrugas se profundizan en la epidermis, ésta pierde además firmeza lo que se manifiesta en líneas profundas, flacidez y piel delgada.
La piel dispone naturalmente de una reserva de fibras que garantiza su sostén y le da un aspecto firme y liso. A mayor cantidad de estas fibras mayor presión interna ejercida debajo de los tejidos cutáneos. Esta fuerza dinámica le da a la dermis firmeza y elasticidad.
De manera normal, la reserva de fibras de la piel se renueva gracias a un proceso bien regulado que consiste en la destrucción de fibras existentes y la producción de fibras nuevas. Sin embargo, cuando este proceso no está bien regulado, aparecen las arrugas profundas y falta de firmeza: en consecuencia la disminución en la reserva de fibras de la piel.
Con el tiempo, el proceso de auto-renovación de las fibras se altera porque hay mayor producción de enzimas de colágena y elastasa, éstas destruyen el colágeno y la elastina que sirven de sostén de la piel.
Entre las soluciones recomendadas están productos de relleno, botox, cirugía plástica, hilos rusos, y tratamientos cosméticos de día y noche.
ENVEJECIMIENTO HORMONAL
Se presenta a partir de los 50 años, cuando la piel y los huesos son tejidos hormono-dependientes.
A partir de la menopausia, la producción de hormonas disminuye y con ello, el envejecimiento cutáneo se acelera y produce la denominada ?pérdida de densidad cutánea?.
Algunas características del envejecimiento hormonal son: piel muy delgada, seca, pálida, menos resistente, pérdida de firmeza, pérdida del óvalo del rostro y pérdida de la densidad de la piel.
Las soluciones recomendadas son productos de relleno, botox, cirugía plástica, hilos rusos, láser, ácido hialurónico y tratamientos cosméticos de día y noche; además, se puede consultar sobre tratamientos hormonales con el médico indicado.