EFE
VIENA, AUSTRIA.- La actriz Sharon Stone sorprendió a los guías del prestigioso Museo de artes gráficas Albertina por su conocimiento y sensibilidad para el arte, hasta el punto que se le escaparon las lágrimas al contemplar una obra de Egon Schiele en la galería vienesa, informó el museo.
En un comunicado, la galería ha hecho pública la visita que se produjo el domingo por la noche y de forma exclusiva para la actriz, que ahora promociona Bajos Instintos 2. Stone, de 48 años, es una amante del arte, posee incluso un original a lápiz de uno de sus artistas favoritos, el pintor expresionista austríaco Egon Schiele (1890-1918), conocido por sus descarnados desnudos.
Precisamente sobre este artista el Albertina tiene una muestra en la actualidad con 220 láminas que ofrecen perspectivas de su proceso creativo de una forma nunca revelada hasta ahora.
La actriz expresó su deseo de visitar la galería durante su estancia en Viena, donde se encontraba para participar en una gala benéfica que recaba fondos para la lucha contra el Sida.
Durante la visita los guías del museo la acompañaron en un selecto recorrido por las piezas más preciadas del museo, en el que se incluían bocetos y grabados de Leonardo Da Vinci (1452-1519), Alberto Durero (1471-1528), Miguel Ángel (1475-1564), Peter Paul Rubens (1577-1640) y Schiele.
Fuentes del museo indicaron que la actriz sorprendió a los profesionales por su ?conocimiento y sensibilidad para el arte? y que permaneció durante minutos contemplando algunas de las obras.
Pero sobre todo, al contemplar los trabajos de Schiele, Stone ?estuvo tan conmovida que no pudo refrenar las lágrimas?, indican.
La estrella pidió visitar el museo alejada de los horario de apertura para poder demorarse en la contemplación de las piezas y los suntuosos recintos del palacio, que datan del siglo XVIII y cuentan con el Gabinete de Oro y la sala de baile con el ciclo de esculturas Apolo y las Nueve Musas.
El Albertina señala que la actriz se mostró impresionada por las instalaciones, especialmente por la taracea, un entarimado de maderas nobles que recorrió descalza.