EFE
NUEVA DELHI, INDIA.- El cineasta mexicano Arturo Ripstein, a cuya obra se ha dedicado esta semana un ciclo en Nueva Delhi, dijo que ?ojalá México llegue a ser como la India?.
?Cuando Octavio Paz era embajador de la India decía que México no es la India, pero está a punto de serlo; hoy, con cuarenta años de distancia, yo digo que ojalá México llegue a ser como la India?, indicó.
Ripstein llegó a la India acompañado de su esposa, Paz Alicia Garciadiego, escritora y guionista de doce películas dirigidas por su marido. La pareja ha viajado a este país para clausurar el ciclo Arturo Ripstein en la India que se le ha dedicado en Nueva Delhi y posteriormente para participar en el octavo Festival de Cine de Bombay.
En una entrevista, Ripstein afirmó querer para México el crecimiento económico que está experimentando la India y se refirió a los posibles paralelismos entre su país y la nación asiática.
?Uno siente que estos dos países tienen que parecerse por dos razones: la primera es que en ambos hay pobres y la segunda es que en ambos se come chile?, apuntó con ironía.
?Asia es el referente permanente? en el mundo actual, agregó el autor. ?Sin embargo, en México la situación es distinta?.
Tras expresar sus reflexiones acerca de la India, el cineasta también habló sobre las películas que se han proyectado durante el festival retrospectivo de su obra, como La Perdición de los Hombres (2000), Principio y Fin (1993) o El Coronel no tiene quien le Escriba (1999).
Ripstein (México, 1943) encontró la inspiración para realizar éstas y otras películas ?en un recorte de periódico, en una novela o durante una conversación con unos amigos?.
Como ejemplo puso el caso de una imagen que se repite en varias de sus películas, un hombre lavando los pies de una mujer, símbolo con reminiscencias cristianas que siempre recrea con una gran carga erótica. Ripstein contó cómo estaba ?tomando unos tragos? en San Sebastián con Jesús Angulo y José Luis Rebordinos (organizadores del festival de cine fantástico y de terror de esa ciudad española) cuando una amiga les contó que ?de pequeña solía hostigar a su hermana menor obligándole a que le lamiera las plantas de los pies?.
El cineasta también habló de su última película, El Carnaval de Sodoma, que está en plena fase de postproducción y se completará en poco más de un mes.
Ripstein comentó cómo durante un festival de cine en Santo Domingo fue ?a una librería, porque en Santo Domingo no hay tantas cosas que hacer como en la India?, y allí se compró la novela ?El carnaval de Sodoma?, de Pedro Antonio Valdez, que sólo estaba publicada en aquel país.
?La leí, compré los derechos e hice la película?, explicó.
?Es la primera película que hago cuyo guión no entiendo?, confesó el director, y explicó que se trata de ?una novela larga, de 450 páginas, farragosa y muy bien escrita?.
Ripstein y Garciadiego, que lo acompañó en la entrevista, coincidieron: ?No hemos respetado el espíritu de la novela?, pues ?hemos adaptado unas setenta páginas, personajes y situaciones?.