IRAK| LIBERA GRUPO DE INSURGENTES A 33 PRISIONEROS
Resultan heridas en el enfrentamiento otras 28 personas.
AP
Bagdad, Irak.- Un grupo de insurgentes asaltó una cárcel en el reducto sunita al norte de Bagdad, liberando a los 33 prisioneros y matando a por lo menos 19 policías y un guardia, mientras que diez de los milicianos murieron en la batalla.
Alrededor de cien insurgentes armados con fusiles automáticos y lanzagranadas atacaron las instalaciones judiciales de Muqdadiya, unos noventa kilómetros al noreste de la capital. El asalto comenzó con el disparo de un mortero al complejo judicial y policial, dijo el brigadier de Policía Ali al Jabouri.
Después de incendiar el cuartel, los insurgentes detonaron una serie de artefactos explosivos mientras huían llevándose consigo los cuerpos de sus camaradas muertos, dijo la Policía. Por lo menos 13 policías y civiles y 15 atacantes resultaron heridos.
Horas después, una bomba que estalló en Baquba, 60 kilómetros al noreste de Bagdad, mató a un policía y causó heridas a otros tres, informaron las autoridades.
Cinco agentes resultaron heridos en dos ataques con explosivos en el norte y sur de Bagdad en las primeras horas del día, según la Policía.
Los ataques de ayer se produjeron un día después de que la insurgencia y pandillas sectarias mataran a 39 personas, prolongando la ola de violencia que ya ha causado más de un millar de muertes desde el ataque a un santuario shiita el mes pasado.
La Policía halló los cuerpos de 15 personas -entre ellos el de una niña de 13 años- en, o, cerca de Bagdad. Estas matanzas realizadas como ejecuciones se han convertido en sucesos casi cotidianos, ajustes de cuentas entre sunitas y shiitas.
Al caer la noche del lunes, una bomba que estalló en un café en el norte de la ciudad de Bagdad mató a por lo menos tres civiles e hiriendo a otros 23. La bomba estaba en una bolsa de plástico dentro del café en el vecindario de Azamiya, dijo el mayor de Policía Falá al Mohamadeui.
Casi al mismo tiempo, milicianos mataron a dos ingenieros petroleros que salían de su trabajo en la refinería Beiji al norte de Bagdad. Un ingeniero y un técnico fueron acribillados en la fábrica eléctrica cercana, dijo el teniente de Policía Khalaf Ayed al Janabi.