TALENTOSA| COMBINA TEATRO, MÚSICA Y BUEN HUMOR.
La creatividad de Hadad queda demostrada con su espectáculo en el Teatro Isauro Martínez.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Ese olor correspondía al del México furtivo de los cabarets de antaño, al de las artistas de extravagantes vestuarios y sensualidad extrema; al espectáculo que combina comedia, música, danza, teatro y comentarios pícaros e hilarantes...
Tal como lo prometió, Astrid Hadad convirtió el viernes por la noche al Teatro Isauro Martínez en uno de los cabarets creados a finales del Siglo XIX donde el público acostumbraba a reclamar shows atrevidos en todos los aspectos, ya fueran temas políticos o sexuales.
Todos los lugares ocupados, sillas en los pasillos, personas de diferentes edades paradas disfrutando de la cantante de Corazón Sangrante que habló sobre el México que la conmueve, que vive en su vestuario, en su música y por supuesto en el cabaret.
Así pues, entre su voz vaporosa, cantos del alma atormentada, visiones oscuras y coloridas formas plásticas, Astrid condujo al público lagunero a un universo donde lo lúdico y el ?tequila? se entremezclaron para expresar por medio de la canción mexicana aquello que ata y desata los peores demonios de los hombres y las mujeres.
Tal cual, sin prejuicios, inteligente y con una creatividad increíble, Astrid presentó el show titulado La Cuchilla, mismo que estuvo conformado por sus canciones predilectas cada una acompañada de un vestido que competía con el anterior en ser el más disparatado y simbólico; y claro, siempre salpicados con crítica política, social y feminista que en todo momento provocó que alguien riera sin parar o se moviera incómodo en su asiento.
Y no era para menos; el atrevimiento, la imaginación, el humor, el hablar de un México tomando los valores que le enseñaron siempre, Hadad criticó todo: desde los chinos que ahora hasta producen ?chile mexicano? y la Virgen de Guadalupe, hasta la construcción del muro de la vergüenza aceptado por Mr. Bush... incluso le dedicó el tema María Cristina (pero con sus respectivos cambios de letra) y le hizo saber que a los mexicanos les sobra ingenio y que ?con todo y su murito van a seguir cruzando?.
Secundada por Los Tarzanes (su banda), la originaria de Chetumal hizo gala de su heavy nopal y de todo su ingenio al cantar El Charro Morado, Se Dice de Mí (tango utilizado en Betty La Fea), Pecadora, La Tequilera y, por supuesto, El Calcetín; temas en donde cada una de sus interpretaciones aludían a historias en cantinas, idilios de meseras con clientes en fondas, amores que nacen y terminan, la condición sumisa y aceptada de la mujer mexicana por la eternidad, el masoquismo, los amores llevados al extremo por mujeres ladinas, el tequila como remedio a todos los males, y hasta sufrir como un desdichado calcetín ?porque en las cosas del amor no hay manera de zurcir?.
Durante los 100 minutos que duró el espectáculo, Astrid Hadad lo mismo armó una fiesta con confeti, llevó a la gente a dar un paseo por Xochimilco, que se transformó en la Estatua de la Libertad. Ideologías, pensamientos, conceptos, costumbres mexicanas fueron transmitidos en un lenguaje universal que terminó en punto de las 10:20 de la noche con una ovación de pie.
Las frases
A lo largo del espectáculo, Astrid Hadad arrancó sonoras carcajadas con frases como estas:
-?Visite Estados Unidos antes de que Estados Unidos lo visite a usted?.
-?Los mejores partidos (para las mujeres) son los narcos: porque ganan mucho dinero y se mueren pronto?.
-?Si yo fuera tú, me enamoraría de mí?.
-?(En México) nuestro pasado fue terrible, nuestro presente es caótico pero no se preocupen, porque no tenemos futuro?.
-?No hay mujeres feas, sólo mal maquilladas. Tampoco hay mujeres frígidas, sino malas lenguas?.
-?¿Saben a qué venimos a este mundo? ¡de shopping!?.
-?La filosofía es la ciencia por la cual, se queda uno tal cual?.