El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Cabaretera, cantante y actriz, exagerada en todo -en el querer, en la queja, en el desafío, en el reproche-, con el mismo barroquismo que disfraza su cuerpo, desnuda su alma.
Es Astrid Hadad, la creadora del ?heavy nopal? o neoranchero. Por muchos considerada como la ?Janis Joplin, de la música vernácula mexicana?, para algunos es la ?mamá de los tarzanes? o una ?bruja pos-moderna?. Ella, la mujer dotada de una extraordinaria inteligencia y talento, se presentará este viernes en el Teatro Isauro Martínez dentro del marco del Festival Artístico Coahuila 2006, organizado por el Icocult-Laguna.
Astrid tiene en Los Tarzanes a sus cómplices necesarios: músicos eficaces que contraponen su sensatez socarrona a la insensata lucidez de la Astrid visionaria. Con su salvaje ternura encandila, arrolla, divierte y, sobre todo, conmueve. Descubre y redescubre, interpreta y reinterpreta la música popular mexicana; evoca las canciones rancheras, las campiranas, las bravías, las machistas, las dolidas en donde despliega el encanto de su voz de incontables matices y modulaciones de distinta coloración vocal, y demuestra en el escenario su gran talento como actriz, show woman y bailarina.
Textos, versos y citas se enlazan entre canción y canción. Una ranchera empieza con una melodía árabe, un bolero se envuelve en un aire pre-hispánico y la rumba contiene blues o rock. Nace el estilo neo-ranchero, el más puro heavy nopal, donde se muestra el machismo, el masoquismo y la irreverencia de toda cultura.
El espectáculo dará inicio a las 8:30 de la noche. A partir de ese momento la artista alimentará el veneno de su sarcasmo en el quehacer político,?del que ni hay tela de donde cortar?. También tiene como fuente que alimenta su creatividad otros elementos, sacándole partido a todo, usando como cómplice de su humor negro al público.
La mexicana lleva hasta sus últimas consecuencias su música, trata las canciones al pie de la letra, distorsiona sus sentidos y evidencia las cargas sexuales o políticas de las letras. No es sólo voz; la artista proviene de una escuela teatral y esto permite a su cuerpo ?encarnar? de mil formas imposibles las letras de sus canciones. Imagine lo que será capaz de atreverse a hacer en el escenario del Isauro Martínez, ahora vea que no puede faltar.
