Lima, Perú.- El socialdemócrata Alan García tomó ayer posesión como nuevo presidente de Perú en el Congreso de la Nación ante nueve mandatarios latinoamericanos y el Príncipe de Asturias, que representó al Rey de España.
Según el procedimiento, la presidenta del Congreso, Mercedes Cabanillas, le debía haber impuesto la banda presidencial tras el juramento, pero para sorpresa de todos García la tomó de sus manos y se la colocó él mismo.
La banda no fue la misma que entregó el presidente saliente, Alejandro Toledo, ya que debido a la gran altura y corpulencia de García hubo que realizar otra especial para él.
El nuevo presidente y los presentes escucharon después el himno de Perú en el Congreso de la Nación, donde García estuvo arropado por los 36 congresistas de su Partido Aprista Peruano (PAP) y decenas de invitados.
Antes había acudido al Legislativo a pie desde el Palacio de Torre Tagle, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, después de que Toledo lo abandonara y ofreciera su discurso de despedida.
El nuevo presidente de Perú, Alan García, llamó a todos los sectores del país a reconstruir el sistema político local, para que la ciudadanía recobre la fe en las instituciones nacionales.
Advirtió el mandatario que ?hemos caído en el círculo vicioso de tener más exportaciones con más miseria, y de tener democracia sin credibilidad social?, por lo cual exhortó a todas las fuerzas del país a luchar por reconstruir el sistema político.
?Eso explica el voto nacional de protesta, porque el pueblo exige un cambio social, mayor dinamismo y menos gasto del Estado?, añadió el abogado de 57 años, quien vuelve al poder tras haber realizado una catastrófica gestión entre 1985 y 1990.
Aunque reconoció que ?hoy no hay terrorismo masivo ni crisis de la deuda externa ni recesión mundial como en 1985?, García advirtió que ?hay un nuevo desafío, igual de tremendo, que es la falta de fe, la destrucción de las instituciones y el desorden social?.
