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PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ.- René Preval asumirá hoy domingo la Presidencia de Haití con el reto de conducir al país hacia una mayor estabilidad económica y social.
El ganador de las elecciones celebradas en febrero de este año regirá el destino de la nación más pobre del Continente Americano para un periodo de cinco años, donde con un amplio apoyo popular ejecutará una agenda basada en crecimiento económico y justicia social.
Preval posee una amplia experiencia política luego que fuera primer ministro del derrocado mandatario Jean Bertrand Aristide y asume por segunda ocasión el cargo tras haberlo cumplido en el periodo 1996-2001.
Su carrera hacia la silla presidencial estuvo llena de escollos tras la posposición de las elecciones en tres oportunidades unidas a una serie de desórdenes en las mesas de votación, denuncias de fraude y la sombra de una posible segunda ronda electoral.
Tras varios días de incertidumbre en los que se registraron decenas de manifestaciones que derivaron en situaciones de violencia las autoridades electorales proclamaron que Preval superó el 50 por ciento más uno de los votos depositados en el concurrido proceso.
Para la ceremonia prevista para el mediodía de hoy, confirmaron su asistencia la gobernadora general de Canadá, Michaelle Jean; el canciller de República Dominicana, Carlos Morales Troncoso; y el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel.
Junto con representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país, por Estados Unidos estará Jeb Bush, gobernador del estado de Florida y hermano del presidente George W. Bush, así como más de 200 periodistas acreditados.
La ceremonia iniciará en la sede de la Asamblea Nacional con un discurso del presidente del Senado y del Parlamento, Joseph Lambert.
El nuevo presidente jurará ?observar fielmente la Constitución y las leyes de la República, respetar y hacer respetar los derechos del pueblo haitiano, trabajar por la grandeza de la patria, mantener la independencia nacional y la integridad del territorio?.
La primera tarea política de Preval será nombrar un primer ministro, tarea que se avizora difícil si se toma en cuenta que carece de una ?cómoda mayoría? en el Parlamento, por lo que se hará necesario negociar con el resto de los partidos.
