Agencias
QANA, líbano.- Al menos 57 personas, incluidos por lo menos 34 niños, murieron ayer a consecuencia de un ataque israelí en el sur de Líbano, en lo que representó la ofensiva más mortífera en 19 días de enfrentamientos, dijo la Cruz Roja de ese país.
Misiles israelíes destruyeron un edificio de tres pisos donde muchas personas se habían refugiado en el sótano. La Cruz Roja del Líbano dijo que 57 personas murieron, entre ellas 34 niños. Dieciocho personas de dos familias fueron halladas en un cuarto del edificio.
Funcionarios de Seguridad libaneses dijeron que el ataque contra Qana se registró a la una de la mañana.
?Dios tenga piedad de esos niños. Vinieron aquí para huir de la lucha. Ellos están asesinando niños para poner a los combatientes de rodillas?, gritó Mohamed Ismail, uno de los numerosos aldeanos que estaba revisando entre los escombros para sacar cadáveres y sobrevivientes.
El primer ministro libanés, Fuad Siniora, al conocer las noticias del bombardeo en Qana, dio por anulada la visita que la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, tenía previsto realizar al Líbano.
Poco antes del mediodía y mientras organizaciones humanitarias y periodistas se dirigían a toda prisa a Qana para investigar lo sucedido, miles de manifestantes salían al Centro de Beirut a manifestar su cólera convocados espontáneamente por Jezbolá.
Los manifestantes se concentraron ante la sede la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Beirut, un edificio moderno acristalado y rodeado de vallas de hormigón, unas vallas que no impidieron que dos docenas de personas penetraran en el mismo y destrozaran cristales, palmeras, ordenadores, sillas y mesas, dejando la planta baja hecha añicos. Los destrozos sólo cesaron cuando el presidente del Parlamento, Nabih Berri, ocasional aliado de Jezbolá en estos días, pidió calma a los manifestantes por el bien del Líbano.
Por la noche, ante la presión internacional, Israel accedió a suspender por 48 horas sus ataques aéreos contra el Líbano.
