EL UNIVERSAL-AEE
GUATEMALA, GUATEMALA.- Mientras en otras partes del mundo las erupciones volcánicas provocan muerte y destrucción, la más reciente erupción del Volcán de Pacaya en Guatemala ha significado un aumento en la cantidad de turistas que escalan la ladera del cerro para ver cómo fluyen los ríos de lava ardiente.
?Es maravilloso, nunca había visto la lava antes... simplemente espectacular?, dijo Jerry Prosser, un geólogo de Carolina del Norte a quien no le importó el aguacero que caía sobre las faldas del volcán para recorrer los dos mil 500 metros hasta la cima.
La cantidad de turistas se ha duplicado, aseguró el secretario de la municipalidad de San Vicente Pacaya, Ezequiel Arias. ?Antes teníamos unos 600 visitantes a la semana pero desde que se pueden ver de cerca los ríos de lava, tenemos hasta mil 200 viajeros que suben todas las semanas?, señaló Arias.
Sin embargo, un guía que se dedica a alquilar caballos para subir a la cima indicó que ?el dinero lo cobra la municipalidad y la gente de las aldeas cercanas al volcán, es poco lo que vemos de ese dinero?.
Para el guía apodado por todos ?Capulina?, el aumento de turistas le reporta unos diez dólares por cada arriendo del caballo y unos cinco dólares por servir de guía hasta la cima.
Muchos de los visitantes son extranjeros que provienen de Antigua Guatemala, una ciudad turística cercana. A raíz de la erupción, ha aumentado la cantidad de operadores de turismo que ofrecen viajes al volcán.
?Pero la competencia está matando el negocio, antes podía cobrarse unos 15 dólares por turista, ahora hay quienes lo dan hasta por seis?, explicó Willi Posadas, un guía de turismo de esa ciudad.
La ganancia ahora parece estar en el volumen de turistas. ?Antes llevábamos 15 personas diarias al volcán, ahora no son menos de 30?, según Ezequiel Arias, de Monja Blanca Tours, una operadora de turismo de Antigua Guatemala.
Aunque las erupciones del Volcán de Pacaya, uno de los más activos del país, suelen ser relativamente frecuentes, la dirección que tomaron los flujos en esta oportunidad ha hecho que sea más fácil para los turistas acercarse a los ríos de lava.
Mientras en el pasado esos ríos descendían por empinados desfiladeros hacia el sur, ahora bajan con rumbo norte, muy cerca del sendero de ascenso para turistas. Tan cerca que es posible sentir en la cara el calor de la lava que fluye a unos mil 200 grados centígrados o tomar una rama y remover la roca derretida antes de que la madera arda de forma espontánea.
Aunque en Guatemala hay 34 volcanes, sólo tres están activos. La última gran erupción del Pacaya fue en 2000.
?Son ciclos normales del volcán, primero hay flujos de lava como ahora y luego hay erupciones violentas... lo que no sabemos en cuándo hará una erupción como la del 2000?, explicó el volcanólogo Ottoniel Matías.
Las autoridades anunciaron esta semana que si la lava sigue fluyendo hacia las aldeas que están en las faldas del volcán, tendrán que evacuar a unas 80 familias que viven allí.