Acepta el Gobierno que cinco millones de mexicanos son pobres extremos.
Agencias
MÉXICO, DF.- La Presidencia de la República atribuyó el incremento de la pobreza rural a la presencia de fenómenos naturales, como los huracanes.
En conferencia de prensa en Los Pinos, el vocero presidencial Rubén Aguilar reconoció ayer que la tendencia del combate a la pobreza tuvo un freno en el último año.
El funcionario dijo que una primera hipótesis apunta a los huracanes Stan y Wilma.
?Hay un freno al proceso de cómo venía abatiéndose la pobreza extrema, eso es real (...) los primeros acercamientos revelan que se trata del impacto de los fenómenos naturales, en particular los huracanes que causaron en ciertas zonas del país y fueron devastadores para la economía campesina, como en Chiapas, Tabasco, algunas regiones de Puebla, Guerrero y Yucatán?, precisó el portavoz.
Estos fenómenos, agregó Aguilar, afectaron las cosechas de los campesinos, así como infraestructura.
Aguilar también insistió en que la migración y las remesas no han sido factores que contribuyan a reducir la pobreza, pues las regiones más marginadas del País no tienen la capacidad económica de expulsar migrantes.
El portavoz aceptó que casi cinco millones de mexicanos se encuentran sumergidos en la pobreza extrema y alimentaria, y que sobreviven con menos de un dólar -unos 11 pesos- al día.
Aceptó, además, que en el último año de esta Administración, no sólo no se redujo la pobreza extrema, calificada como miseria, sino que en algunos casos aumentó.
El portavoz presidencial, Rubén Aguilar comentó que el 3.8 por ciento de la población en México se encuentra en pobreza extrema y alimentaria, lo que representa, explicó, que cerca de 4.8 millones de mexicanos está bajo esta condición de vida.
Reveló además que el 17.3 por ciento de la población vive con menos de dos dólares diarios, de acuerdo con la escala de medición del Banco Mundial, dijo.
Aguilar explicó que en el año 2000 en el país había 23.7 millones de personas en condiciones de pobreza extrema bajo la norma mexicana, y que cinco años después se redujo a 18.9 millones de personas.
