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SAO PAULO, BRASIL.- Dos fanáticas brasileñas del grupo mexicano RBD fueron atropelladas cuando se dirigían al coliseo Gigantinho de Porto Alegre, donde se realizó el noveno concierto de la gira que realiza el grupo por este país sudamericano.
Las dos menores, quienes asistirían al recital sin permiso de sus padres, fueron atropelladas la noche del martes cuando cruzaban la transitada Avenida Padre Cacique, en la capital del suroriental estado de Río Grande do Sul, donde el sexteto volvió a actuar ayer.
El portal de noticias Clicabrasilia indicó que las dos niñas sufrieron fracturas pero están fuera de peligro en un centro hospitalario de Porto Alegre.
RBD se presentó la noche del martes ante unos 12 mil seguidores, en el segundo lleno de los nueve conciertos realizados durante su gira que comprende 13 recitales en Brasil.
Los mexicanos, al igual que en sus anteriores presentaciones, realizaron en Porto Alegre un llamado a la paz mundial mientras vestían los colores amarillo y verde de la bandera brasileña en su indumentaria.
El tema Rebelde, que da nombre a la telenovela que los dio a conocer y con el cual siempre han abierto sus conciertos en Brasil, además de éxitos como Sólo Quédate en Silencio y Nuestro Amor, fue cantado por los miles de fanáticos que llegaron al Gigatinho.
Los jóvenes de Porto Alegre disfrutarán este miércoles de un segundo concierto de RBD tras la exclusión de la gira de Salvador, capital del estado de Bahía, por razones logísticas.
La consagración del juvenil Diego, telonero mexicano que ha dado apertura a las presentaciones del grupo, fue otro de los puntos destacados en la primera presentación en Porto Alegre, a la que acudió una gran cantidad de seguidores de otras ciudades de Brasil.
Cientos de adolescentes del vecino estado de Santa Catarina llegaron hace dos días a Porto alegre en una caravana de más de diez autobuses.
La gira de RBD en Brasil, además de la grabación de su tercer disco en portugués y un videoclip para el nuevo trabajo, sirvió para el lanzamiento de un libro y de los muñecos de los personajes masculinos del grupo: Alfonso, Cristian y Christopher.
Antes del viaje a Porto Alegre, Alfonso aprovechó su paso por Sao Paulo para pedir al famoso tatuador Paulo Tatoo que le realizara un tatuaje en su pierna derecha de un faro español que forma parte de sus "historias secretas".
El grupo mexicano tiene previsto presentarse este jueves en el moderno estadio Kyocera Arena de Curitiba (Paraná), mientras que el sábado actuarán en el estadio Morumbí de Sao Paulo y el domingo cerrarán su tour en el histórico estadio Maracaná de Río de Janeiro.
RBD, que comenzó su gira brasileña el 20 de septiembre pasado, ya se presentó con éxito en Manaos, Belem, Fortaleza, Goiania, Brasilia, Recife, Belo Horizonte y Vitoria.
Acampan fanáticos brasileños para verlos
Un centenar de fanáticos brasileños del grupo juvenil mexicano RBD montaron hace dos semanas un campamento en las afueras del estadio Morumbí de Sao Paulo para esperar la presentación del sexteto el próximo sábado.
En un esquema digno de envidiar, los cerca de 100 jóvenes montaron un sincronizado sistema de organización que incluye respeto y control de horarios, turnos, seguridad y alimentación, entre otros aspectos.
La mayoría de ellos se conoció apenas unos días antes del 15 de septiembre pasado, cuando comenzaron a venderse los boletos para el concierto de este sábado en el Morumbí, donde se esperan a unas 40 mil personas.
Los fanáticos decidieron montar el campamento para asegurar lugares de privilegio al interior del recinto deportivo, de propiedad del club de futbol Sao Paulo, una vez que se abran las puertas del recinto.
"No nos interesa saber quién es quién, de dónde viene, qué hace, dónde vive. Lo único que importa es que somos ?rebeldes? como nuestros ídolos", comentó la simpática mulata Janaina Goes, quien viajó desde el nororiental estado de Bahía.
Janaina, de 18 años, y dos primas viajaron 36 horas desde su ciudad para llegar a Sao Paulo, "donde vive parte de nuestra familia.
El show en esta ciudad promete ser el mejor de la gira y no podíamos estar ausentes".
El estudiante de último año de bachillerato, Carlos Alberto Mariscal, comentó por su parte que "todo el campamento está muy organizado, tenemos un reglamento sobre limpieza y comportamiento en el lugar. Somos una familia".
Los chicos hacen vigilia en las noches, mientras que las niñas se encargan de cuidar el campamento durante el día, pese a lo cual la policía brasileña destinó a un grupo de efectivos para hacer rondas constantes en torno al lugar.
"Nos turnamos para que nadie pierda muchas horas de clase. Los que no estudian, no trabajan o no han podido ingresar a la universidad son lo que más permanecen aquí", comentó Mariscal, quien elogió el apoyo de varios de los padres.
Indicó que "a veces somos sorprendidos por repartidores de pizzas o marmitas caseras que envían los padres de algunos de nosotros. Ellos entienden que este fanatismo es sano, porque RBD pregona una ?rebeldía? con mucha música, sin drogas ni vicios".
La realización de los habituales partidos de futbol en el estadio Morumbí y el reciente esquema de seguridad que se realizó con motivo de las elecciones generales del pasado domingo obligó a los fanáticos a levantar los campamentos.
Mariscal dijo que "todo fue de una forma ordenada y pacífica, sin choques, porque la propia policía nos dijo que nos prefería a nosotros que a los ?torcedores? (aficionados del futbol), pero con ellos por acá no nos podían asegurar nuestra integridad física".
"Entonces mandamos a las chicas a casa y algunos nos quedamos aquí, de guardia, hasta volver a poder instalar las carpas. No podíamos renunciar por eso a nuestro empeño de ser los primeros en entrar el día del concierto de RBD", añadió.
