Agencias
Bagdad, Irak.- La violencia se incrementó en Bagdad ayer, con al menos 24 muertos, al tiempo que el primer ministro Nuri al Maliki realizaba un nuevo llamado a la reconciliación entre las divididas sectas del país.
Ha habido un incremento en la violencia desde el ocho de septiembre y más de 180 personas han sido asesinadas entre el miércoles y ayer sábado, ya sea en ataques con bombas o en torturas y disparos a quemarropa, antes de ser abandonadas en las calles, probablemente víctimas de los cada vez más comunes enfrentamientos sectarios.
En un esfuerzo por detener la violencia, el primer ministro shiita Al Maliki pidió ayer a los iraquíes que dejen a un lado sus diferencias políticas, sectarias y étnicas, y apoyen sus planes de reconciliación nacional.
El llamado fue realizado mientras las Fuerzas de Seguridad iraquíes anunciaban que excavarían trincheras en los alrededores de Bagdad para impedir que rebeldes y automóviles bomba ingresen a la ciudad, de seis millones de habitantes.
El Ejército estadounidense confirmó ayer que había un plan en marcha para crear un ?cinturón de seguridad? en los alrededores de Bagdad. ?Hay un plan en desarrollo para colocar un cinturón de seguridad en los alrededores de Bagdad, que incluye trincheras y otros obstáculos para canalizar la entrada y salida de la ciudad por medio de retenes controlados por las Fuerzas iraquíes. Este es un esfuerzo coordinado entre el Gobierno de Irak y la coalición?, dijo el teniente coronel Barry Johnson, vocero de las Fuerzas Multinacionales de Irak.
Las trincheras tienen como fin el prevenir ataques como el realizado con tres automóviles bomba la mañana de ayer, que dejaron al menos nueve muertos y 25 heridos. Tres personas murieron en tiroteos y otras explosiones y la Policía encontró seis cadáveres en las inmediaciones de Bagdad.
?Nadie debería ser parte de un plan de reconciliación nacional a menos que reconozca los derechos de otros, como socios, y rechace completamente cualquier desacuerdo sectario, étnico o político?, dijo Al Maliki durante un encuentro de organizaciones no gubernamentales.
Al dirigirse a grupos que incluyen a organizaciones que representan a niños huérfanos por el terrorismo y a los mutilados por la guerra, Al Maliki dijo que era responsabilidad de todos los iraquíes sumarse al esfuerzo de paz.
Al Maliki presentó un plan de reconciliación nacional de 24 puntos en junio, el cual espera que permita salvar las diferencias religiosas, étnicas y políticas que alimentan la violencia en Irak.
El plan contempla una amnistía a los miembros de los grupos rebeldes sunitas no implicados en actividades terroristas y pide el desarme de las milicias de mayoría shiita.