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Aún cuchareadas/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Para mí es ajeno cualquier gobernante que rechace la opinión pública”.

Gandhi

La encuesta de Demotecnia de María de las Heras que publicó ayer Milenio confirma una tendencia perfilada originalmente por algunos sondeos telefónicos y señalada por la última encuesta de Reforma: Andrés Manuel López Obrador está recuperando terreno mientras que Felipe Calderón lo está perdiendo. De hecho, el trabajo de De las Heras colocó nuevamente en primer lugar al candidato de la coalición por el Bien de Todos, aunque con una ventaja de apenas cinco décimas de punto porcentual, lo cual en términos técnicos no es realmente nada.

López Obrador, sin embargo, no ha abandonado su cantaleta al respecto de los estudios de opinión que se atrevieron a quitarle el primer lugar en la contienda. Todas las encuestas están cuchareadas o truqueadas, dice, con excepción de una que alguien hace pero cuyo nombre se desconoce y cuya metodología es también un misterio. La encuesta del Reforma está hecha para favorecer a Calderón, según López Obrador, mientras que la de Demotecnia, como le dijo ayer a Ciro Gómez Leyva en su programa de radio, “carece de metodología”.

Las encuestas, por supuesto, pueden ofrecer resultados equivocados por muchas razones. Para empezar sus metodologías son distintas. La del Reforma, por ejemplo, descarta al 16 por ciento de los entrevistados que no dan respuesta. La de María de las Heras busca eliminar a aquellos que a través de preguntas secundarias revelan que se inclinan a no participar en la elección.

Podrá uno estar de acuerdo o no con alguna encuesta en particular, pero plantear que todas están cuchareadas o truqueadas, o que forman parte de una “guerra sucia” contra López Obrador, no es sólo cuestionable sino inquietante. Mucho nos hemos quejado de los gobernantes que hacen todo con un ojo puesto en las encuestas. Más preocupante es tener a un gobernante que considere que todos los estudios de opinión cuyos resultados él no dicta son en el mejor de los casos erróneos y en el peor deshonestos.

A pesar de las metodologías diferentes, las encuestas de Reforma y Demotecnia, así como cuando menos una telefónica privada que pude examinar con anterioridad, muestran exactamente la misma tendencia. Después del debate Felipe Calderón tuvo su máximo avance, pero a partir de entonces ha perdido algo de terreno mientras que López Obrador ha avanzado. En lo que difieren abiertamente los estudios de Reforma y De las Heras es en la posición de Roberto Madrazo, a quien el periódico coloca muy atrás mientras que De las Heras le concede un avance significativo hasta ponerlo a tan solo tres puntos de los líderes.

¿Por qué ha avanzado López Obrador y ha bajado Calderón? Las encuestas no lo dicen, pero mi opinión es que el fenómeno tiene mucho que ver con el cambio de estrategia del perredista a su nunca aceptada baja en los sondeos . La coalición por el Bien de Todos, de hecho, ha respondido en las últimas semanas al ascenso de Calderón con una intensa campaña de medios en la que ha cuestionado la integridad –las “manos sucias”— del panista y su participación en el Fobaproa. Esta fuerte campaña negativa reemplazó a una débil y reiterativa serie de anuncios, los de “honestidad valiente”, que resultaron un absoluto desperdicio de dinero pues no generaron recordación alguna entre la población.

Todavía hace un par de meses López Obrador decía que no iba a hacer su campaña en los medios: que la forma de lograr el triunfo era acudir directamente al “pueblo” en manifestaciones y reuniones locales. Como ya se demostró en las campañas presidenciales de Cuauhtémoc Cárdenas, sin embargo, esta táctica difícilmente puede ganar una elección presidencial.

El propio Andrés Manuel se ha dado cuenta de su error y ha cambiado su estrategia. No sólo ha recurrido a una campaña negativa dirigida directamente contra Calderón, quien se ha convertido en su principal rival, sino que ha aparecido constantemente en los medios: con Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre, Brozo, Ciro Gómez Leyva y demás. Estas apariciones le han cosechado nuevos votos.

Quizá a López Obrador no le guste, pero hay buenas razones para pensar que la contienda se acerca a un final de fotografía. El segundo debate, que se llevará a cabo el seis de junio, será sin duda la prueba de fuego. Y si bien es verdad que cada vez quedan menos votantes indecisos, los que hay y puedan ser persuadidos por el debate son suficientes para cambiar el rumbo de una elección tan cerrada como la que perfilan las últimas encuestas.

ESPINADO EN HERMOSILLO

Manuel Espino, el presidente nacional del PAN quien antes dirigió el partido en Sonora, ha sufrido una derrota importante en la selección del candidato a la presidencia municipal de Hermosillo. Espino impidió una convención que a su juicio estaría dominada por la actual alcaldesa, María Dolores del Río, y que postularía a Rodolfo Flores Hurtado en lugar de a Javier Gándara. Impulsó desde el D.F. la nominación de un tercero, Edmundo Briseño Valenzuela. Pero el Tribunal Electoral determinó que no se podía impedir el registro de Flores Hurtado. Así, este domingo, los panistas de Hermosillo pudieron elegir en convención a Flores Hurtado como su candidato.

Correo electrónico:

sarmiento.jaquemate@gmail.com

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