EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Investigadores de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, hicieron progresos para comprender cómo una variante del gen neuregulina-1, asociado a la esquizofrenia podría ejercer influencia sobre el cerebro. De confirmarse, el descubrimiento podría arrojar luz acerca de las bases biológicas de este mal.
Neuregulina-1 fue implicado por vez primera con el desarrollo de esquizofrenia en 2002, por Genética DeCode, compañía de Reikiavik que busca las raíces genéticas de enfermedades que son comunes en la población de Islandia.
Sin embargo, es difícil esclarecer cómo fue que una variante de dicho gen contribuyó al desarrollo de la enfermedad, en parte porque incluso la función normal de un gen es todavía difícil de comprender.
Un equipo de investigación dirigido por Amanda J. Law, de la Universidad de Oxford y Daniel Weinberg, del Instituto Nacional de Salud del Reino Unido, encontró pistas de cómo es que el gen pudo haberse alterado.
El gen es uno de alrededor de 10 que se han relacionado con la esquizofrenia. Juega muchos papeles en el cerebro, algunos de ellos con la sinapsis (forma de comunicación neuronal), de ahí que los desórdenes en su función son una posible fuente de la enfermedad. Hay, sin embargo, todavía un largo camino por recorrer en las investigaciones.
El hecho de que este gen sea uno de los más largos en el genoma humano resulta particularmente desalentador para los científicos, pues se remifica en alrededor de un millón 125 mil unidades de ácido desoxirribonucleico (ADN), y genera al menos seis tipos de proteína a través de un proceso en el cual distintos componentes del gen se mezclan de tal manera que cada tipo especifica una proteína diferente.
Además de dicha complicación el tramo variante de ADN que la compañía DeCode asoció con la esquizofrenia no recae propiamente en el neuregulina-1, sino encima de él. Ello significa, según los estudiosos, que presumiblemente no afecta las proteínas producidas por dicho gen, sino la manera en que el gen es controlado.
La actividad de los genes está gobernada por la transcripción de factores, los cuales se unen a secuencias específicas de unidades de ADN que se encuentran cerca del gen. Law señaló que ?una alteración en dichas secuencias podría causar la unión incorrecta de la transcripción e impedir la expresión adecuada del gen?.
Weinberger probó lo anterior a través del análisis de la actividad del gen en una amplia colección de muestras de tejido cerebral tomadas de pacientes esquizofrénicos. El tejido fue congelado poco después de que ellos fallecieron. Recientemente mostró la producción de una proteína en grandes cantidades en la corteza frontal de los enfermos. Sin embargo hubo razones para pensar que dicha proteína, la primera de los distintos tipos de neuregulina, podría ser resultado y no causa de la esquizofrenia.