Nuevas pruebas desarrolladas por científicos en México y Alemania ayudarán a distinguir la bebida verdadera de versiones fraudulentas.
EL UNIVERSAL-AEE
Si usted está celebrando alguna fecha en especial o sólo se está relajando con una Margarita, puede que algún día agradezca a un químico por asegurar la autenticidad de su tequila.
Nuevas pruebas desarrolladas por científicos en México y Alemania ayudarán a distinguir la bebida verdadera de versiones fraudulentas, que son una amenaza potencial de muerte, pues esta bebida alcohólica crece en popularidad.
Los resultados podrían ayudar a proporcionar garantía de calidad al mercado del tequila estimado en mil millones dólares, de acuerdo a la sociedad americana de química.
El estudio esta programado para aparecer en la revista especializada Journal of Agricultural and Food Chemistry el próximo 14 de junio.
Pero no hay razón para que los consumidores se aterren, afirman los investigadores.
"El tequila es uno de los mejores alcoholes regulados del mundo con estrictos estándares mexicanos y regulaciones de etiquetado", dice Dirk Lachenmeier, de el laboratorio químico y veterinario Karlsruhe en Alemania.
Gracias a los adelantos en química, la calidad de esta antigua bebida mexicana pueden ahora ser protegida.
El tequila se hace de la planta de agave azul y su producción se limita a ciertas áreas geográficas, sobre todo al estado de Jalisco en México.
Aunque está sujeto a estrictos estándadres de producción y regulaciones de etiqueta, muestras adulteradas se han hallado de vez en cuando, señalan los investigadores.
El porcentaje exacto de muestras fraudulentas en el mercado es desconocido.
El tequila de alta calidad se hace cien por ciento de agave, mientras que el tequila mezclado es elaborado agregando hasta 49 por ciento de azúcar antes de la fermentación.
Este tequila mezclado se exporta generalmente en recipientes de gran tamaño para embotellarse en los países importadores.
El fraude de etiquetado puede resultar cuando estos tequilas a granel se identifican como "cien por ciento de agave", agregándole alcohol de otras fuentes.
Estas prácticas ocurren cuando los productos se embotellan en otros países fuera de la mirada estricta del gobierno mexicano, dice Lachenmeier.
¡Salud por la ciencia!
Usando cromatografía de iones y gases, los científicos analizaron 31 muestras de tequila de categoría cien por ciento agave y compararon los resultados con 25 muestras de tequila mezclado.
El agave puro tendió a poseer niveles perceptible mente más altos de ciertos productos químicos, incluyendo el metanol, 2-metil ,1-butanol, y 2-feniletanol, permitiendo que químicamente sean distinguidos como tequila auténtico de alta calidad, afirman los investigadores.
Aunque el metanol estaba presente, los niveles eran pequeños y no alcanzaron niveles tóxicos.
Además de estas nuevas pruebas, otra prueba de investigación que emplea la llamada espectroscopia infrarroja de transformadas de Fourier (FTIR) se puede utilizar para identificar tequilas falsos de los auténticos.
El proceso, también es conocido como huella dactilar molecular, y toma solamente dos minutos.
En general, la estrategia de combinar diversos métodos espectroscópicos y cromatográficos es más exacta que tentativas anteriores de identificación, que se centraron en otros productos químicos o la composición isotópica encontrada en el tequila.
Los investigadores también analizaron otros alcoholes mexicanos hechos de agave, incluyendo el mezcal (que incluye un gusano dentro de él), sotol y bacanora.
A excepción de el mezcal, los científicos podían igualmente identificar otros alcoholes por su perfil químico distintivo, hecho que podría también ayudar en los esfuerzos del control de la calidad de otros alcoholes de agave, afirman los científicos.
El financiamiento para este estudio fue proporcionado por el gobierno del estado federal alemán de Baden- wurttemberg. Los autores involucrados en el estudio incluyen a: Eva María Sohnius y Rainer Attig, del instituto Karlsruhe de química y Mercedes G. López, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN, de México.