AP
COLORADO, EU.- Apenas unos días después de quedar sumida en el caos por una tormenta, Denver y el estado de Colorado se vieron sacudidos ayer viernes por una nueva ráfaga de nieve que dejó caer más de 60 centímetros de ésta en las colinas y obligó a cancelar cientos de vuelos, cerrar carreteras y sedes de Gobierno.
La tormenta cubrió un área desde las montañas Rocosas hasta las planicies del oeste.
El Servicio Nacional Meteorológico dijo que podría traer a la región vientos con ráfagas de 72.4 kilómetros por hora, con fuertes nevadas.
La ciudad de Denver podría recibir 45.7 centímetros de nieve en las próximas horas.
Las zonas al occidente de la ciudad quedaron cubiertas por 71 centímetros de nieve el jueves, 20 en la urbe.
Alrededor de 30 centímetros podría caer en las planicies antes que la tormenta abandone Colorado mañana domingo.
La nueva tormenta duraría unos tres días. Los trenes ligeros, los autobuses y el transporte público en la zona metropolitana trabajarían según su programa normal para un día entre semana.
La empresa de autobuses Greyhound canceló todos sus viajes fuera de Denver.
para ayer viernes. Se esperan más cancelaciones durante el fin de semana.
Con el recuerdo fresco de los cuatro mil 700 viajeros varados y los vuelos detenidos en todo el país la semana pasada, la gente llenó el aeropuerto el jueves, para apurarse a pasar el fin de año fuera de Colorado antes de tener que enfrentar problemas para salir.
Los administradores del quinto aeropuerto más activo de Estados Unidos prepararon planes para limpiar la nieve y las aerolíneas le recomendaron a sus clientes que salgan de Denver antes o después del paso de la tormenta. Las empresas United y Frontier Airlines, las más grandes en utilizar el aeropuerto internacional de Denver, cancelaron entre ambas 322 vuelos ayer viernes por la mañana.