EFE
Madrid.- Si no existieran bacterias, de las que sólo se conoce el uno por ciento del total de especies, la gran cantidad de metano presente en el fondo marino saldría a la superficie causando un "cambio climático inmediato".
El bioquímico alemán Rudolf Amann, codirector del Instituto Max Planck de Microbiología Marina, en Bremen (Alemania), que está en España para impartir dos conferencias, explicó hoy a Efe que ese es sólo uno de los beneficios originados por los microorganismos marinos, que "juegan un papel clave en el balance de la atmósfera y la biosfera".
"Las bacterias son el motor de la vida", ya que son responsables de completar el ciclo de los elementos, dijo Amann, quien recordó que, a pesar de su importancia, sólo ocho mil especies "están bien descritas en la actualidad", lo que supone sólo el uno por ciento del total estimado.
"Además de mineralizar la biomasa muerta", los microorganismos marinos pueden reciclar elementos contaminantes en el agua, suplir funciones vitales básicas, y de ellos pueden deducirse "muchos conocimientos aplicables a los humanos".
Gracias a la interacción de diferentes bacterias, el Olavius algarvensis, un pequeño gusano que vive en aguas del Mediterráneo cerca de la isla de Elba (Italia), puede sobrevivir sin boca, estómago ni intestino, ya que los microorganismos le proporcionan energía y eliminan sus residuos.
Del mismo modo, detalló Amann, "hace quinientos años los microorganismos presentes en los ríos podían depurar los residuos de las poblaciones humanas que vivían a sus orillas".
Aunque esto ya no es posible debido al aumento de la población, los investigadores de hoy pueden "detectar qué organismo depura el agua, enriquecerlo y condensarlo para hacerlo más activo", añadió.
Según Amann, aunque la microbiología marina se dirige a una "era genómica", gracias a la posibilidad de secuenciar masivamente el ADN, no deben ser desechados otros enfoques, pues la "secuenciación no indica cómo funciona e interactúa un organismo en su entorno".
