Los probióticos son microorganismos contenidos en algunos lácteos que, al consumirlos, ayudan a proteger el organismo.
MÉXICO, DF.- El cuerpo humano es como un gigantesco hotel para millones de bacterias, tanto buenas como malas, que se alojan en diferentes partes del organismo, y que tarde o temprano se ponen en acción; algunas de ellas son verdaderos paramédicos que ayudan a conservar la salud.
Como los probióticos, que son microorganismos que cumplen la delicada misión de ayudar a preservar la salud humana.
Estos maravillosos elementos, explica Moise Riboh, director de Comunicación Científica del Centro de Investigación Danone Vitapole, son llamados también bacterias o cultivos y cuando son consumidos en cantidades adecuadas se convierten en reserva estratégica de salud para el cuerpo humano que los aloja.
De acuerdo con el experto en dicho tema, la mayoría de los probióticos pertenecen a los géneros de los lactobacillus y/o bifidobacterium.
Riboh señala que es de suma importancia tener en cuenta que el beneficio de estos elementos se incrementa al llegar vivos y en volúmenes adecuados a cada organismo. Y obtenerlos no tiene ningún secreto, pues los aportan algunos yogures y productos lácteos fermentados.
Los probióticos resisten el paso por el ardiente ácido estomacal y transitan a través del intestino en el proceso de digestión. Y su trabajo esencial se da en el sistema gastrointestinal y, de manera más específica, en el intestino delgado y el colon.
Es un hecho, comprobado científicamente, que la flora intestinal juega un papel importante en el bienestar del organismo, se sabe que estimula significativamente el desarrollo del sistema inmunológico y, de acuerdo con ciertos indicios médicos, los probióticos parecen ser capaces de influir positivamente en el sistema inmunológico de manera directa o por medio de la flora intestinal.
PROBADA DE SALUD
Los especialistas dicen que no todos los lactobacilos casei son probióticos, ya que algunos no pueden sobrevivir en organismos y no se ha comprobado su beneficio, lo mismo ocurre con ciertas bifidobacterias. Estudios en marcha tratan de determinar si los probióticos protegen de virus como el de la gripa.
Al ingerirlos se brinda al organismo elementos que lo fortalecen o protegen. Los expertos de Danone dicen que está probado que un déficit de lactosa -responsable de la diarrea provocada por el consumo de leche- se puede recompensar con la ingesta de yogur.
De acuerdo con el director de la Unidad de Gastroenterología Pediátrica del Hospital Infantil Necker, Oliver Goulet, este alimento reduce la duración de los
episodios de diarrea aguda en niños, en poco menos que un día, importante para infantes que corren el riesgo de deshidratación, sobre todo los recién nacidos.
Sobre las bondades de los probióticos contenidos en el yogur, el profesor John H Cummings, del Hospital de Ninewells, en Reino Unido, dice que consumirlos ayuda a combatir la diarrea provocada por un tratamiento con antibióticos, que dañan la flora intestinal.
Pero hay muchas más cosas en estos microorganismos, por ejemplo, Oliver Goulet dedica sus esfuerzos a complementar los alimentos con probióticos (Bifidobacterium breve), algunos destinados a niños con peso bajo en el nacimiento.
La relación de su ingesta con la ganancia de kilos en estos infantes es un hecho, además que los hace menos propensos a infecciones.
¿Su secreto?
En su interior hay más de 100 millones de bacterias vivas dispuestas a ayudarnos contra las infecciones.
Es sano nutritivo y en la cocina, el yogur permite preparar salsas, ensaladas y postres aportando su toque especial.
El yogur es uno de los pocos alimentos que pueden incluirse en cualquier régimen.
Está indicado para todas las edades y especialmente para los niños que no toleran la leche.
Si está pensando en perder esos kilos de más, el yogur, que posee 61 kilocalorías por 100 gramos, no hace milagros, pero regula la absorción de grasas de los demás ingredientes.
Se trata de sustituir por yogur otros alimentos ricos en calorías.
Los probióticos son microorganismos contenidos en algunos lácteos que, al consumirlos, ayudan a proteger el organismo
Antecedentes
El origen del yogur se sitúa en Turquía, aunque también hay quien lo ubica en los Balcanes, Bulgaria o Asia Central.
* Se cree que su consumo es anterior al comienzo de la agricultura.
* Los pueblos nómadas transportaban la leche fresca que obtenían de los animales en sacos generalmente de piel de cabra.
* El calor y el contacto de la leche con la piel de cabra propiciaba la multiplicación de las bacterias ácidas fermentaban la leche.
* La leche se convertía en una masa semi sólida y coagulada.
* Una vez consumido el fermento lácteo contenido en aquellas bolsas, éstas se volvían a llenar de leche fresca que se transformaba nuevamente en leche fermentada gracias a los residuos precedentes.
* El yogur se convirtió en el alimento básico de los pueblos nómadas por su facilidad de transporte y conservación.
FUENTE: Agencias