Mantenga su piel humectada, utilice jabón neutro, no se bañe con agua muy caliente y evite los cambios bruscos de temperatura.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, D.F.- Las bajas temperaturas se convierten en detonantes de varios males, uno de ellos es la dermatitis atópica, enfermedad alérgica que se eleva hasta 30 por ciento cuando las ondas gélidas golpean.
El alergólogo Leonel Gerardo del Rivero Hernández explica que se trata de un padecimiento dermatológico que afecta principalmente a los niños y se caracteriza por el enrojecimiento y aparición de ronchas en los pliegues de los brazos, atrás de las rodillas, cuello e ingles, y ocasionalmente en la cara.
Lo básico para mantenerla a raya
- Mantener la piel humectada, usar jabón neutro y bañarse (no rebasar los 15 minutos en la regadera) con agua tibia, no caliente, así como lubricar la piel.
- Hidratar la piel con cremas.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura, que incrementan las infecciones respiratorias, dañan la dermis, debido a que con el frío la piel se deshidrata más y se vuelve escamosa.
El doctor Del Rivero Hernández indica que en temporada fría hay que incrementar estas medidas, ya que la piel tiende a resecarse más y esto genera comezón, a veces a tal grado que detona o exacerba la dermatitis atópica. Este mal, agrega, se da igualmente por predisposición genética, como lo muestra el hecho de que 15 por ciento de los niños con este problema tiene antecedentes familiares.
Cinco puntos clave:
1. La mayor incidencia de dermatitis atópica se registra entre el primero y el décimo años de vida de las personas; también puede aparecer en la edad adulta.
2. Los padres acuden a consulta con sus hijos hasta que observan que el niño tiene comezón intensa, enrojecimiento y ronchas en diversas partes de la piel.
3.La dermatitis atópica no se cura y al inicio de su tratamiento es de difícil control, por lo que es importante concienciar y educar a padres y a niños.
4. Es necesario que los pacientes no abandonen su tratamiento y mucho menos los cuidados de la piel, para evitar complicaciones como infecciones, especialmente en esta temporada de invierno.
5. Jamás utilizar remedios caseros como es la típica "friega de alcohol", pues sólo reseca más la piel y favorece la comezón, así como tampoco automedicarse con sustancias cremosas, sobre todo, aquellas que contengan corticoides.
