En la etapa preliminar de las campañas políticas a la Presidencia de la República, los aspirantes que más gastaron fueron Bernardo de la Garza, Arturo Montiel y Santiago Creel, paradójicamente ninguno de ellos aparecerá en las boletas el próximo dos de julio.
Nadie sabe a ciencia cierta quién los financió, sin embargo, lo que es irrefutable es que el dispendio resultó insultante para una población que sufre una tremenda desigualdad. En México el diez por ciento de la población más rica del país concentra el 39.8 por ciento del total de recursos generados, mientras que el diez por ciento de los más pobres recibe sólo el 1.1 por ciento de la generación de la riqueza, según datos de la Secretaría de Hacienda.
Ante esta realidad de contrastes, es necesario que los candidatos a la Presidencia de la República tengan una mayor conciencia social para evitar el derroche de recursos, pero sobre todo es necesario que exista transparencia para evitar escándalos como el de los Amigos de Fox o el famoso Pemexgate durante las campañas del año 2000.
Debido a estos antecedentes resulta reconfortante el anuncio hecho por la Procuraduría General de la República (PGR), quien aplicará a partir de la próxima semana un programa con todos los partidos políticos, para evitar conductas como la utilización de recursos ilícitos en este proceso.
Daniel Cabeza de Vaca, titular de la dependencia, advirtió que se pondrá énfasis en ilícitos como el “lavado de dinero”, ya que en reuniones sostenidas con representantes de partidos políticos existe una gran preocupación de que el dinero del narcotráfico sirviera para financiar la campaña de algún candidato, lo que resultaría alarmante debido a los compromisos que se pudieran generar.
A dos meses de campaña, de acuerdo a los resultados de las más recientes encuestas, se puede concluir que la gran lección es que las erogaciones multimillonarias no sirven para convencer a los ciudadanos de la pertinencia de un candidato, las propuestas deben ser la mejor arma para convencer al electorado, auque por desgracia éstas brillan por su ausencia.
