Este año en el primer bimestre, la industria automotriz comenzó a repuntar, recuperándose de la disminución que tuvo el año pasado. En enero y febrero se exportaron 233 mil vehículos y se vendieron en el país 185 mil 300 con un total de ventas de 418 mil 300 del mismo periodo del año pasado.
Las inversiones continúan. Chrysler va a invertir en su fábrica de Toluca, mil millones de dólares para agrandar, cambiar y modernizar la planta, dotándola de robots de última generación, para acelerar la producción y fabricar varios modelos que hasta ahora se importaban.
El modelo PT Cruiser se ha fabricado únicamente en la planta de Toluca, para distribuirlo en todo el mundo y la semana pasada Chrysler fabricó el PT Cruiser un millón, pero ese modelo está llegando a su ciclo final, por lo que la compañía está haciendo las inversiones necesarias para poder fabricar y ofrecer nuevos modelos en el mercado mexicano.
El proyecto incluye la instalación de dos parques de sistemas de integración que permitirá hacer más rápida la línea de ensamble.
Estas compañías subsidiarias surtirán toldos interiores, tableros de instrumentos, el ensamble frontal del vehículo y las suspensiones delantera y trasera.
Volkswagen por su parte, disminuyó su producción de Jettas, para hacer las adecuaciones necesarias en la línea de montaje, para producir el Bora, su nueva edición del Jetta, pero ya están en plena producción ambos modelos.
El Jetta se seguirá fabricando para el mercado nacional y el Bora se fabricará en la planta de Puebla, para surtir a todo el mundo. Ya salieron los primeros convoyes de Boras para Europa.
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Una vez más la vivienda como polo de desarrollo.
La estabilidad económica del país, la inflación controlada, tasas de interés a la baja y finanzas públicas sanas, han provocado un dinamismo extraordinario del sector vivienda, lo que inclina a pensar que este año se puede lograr la colocación de setecientos cincuenta mil créditos hipotecarios.
Además de las compañías inmobiliarias y las hipotecarias que ya están operando, la compañía Lar, una constructora española está iniciando sus operaciones en México. En 2005 compró terrenos por mil millones de pesos, para construir unas mil quinientas casas en la capital, en el Estado de México, en Querétaro, Guadalajara, Monterrey y Cancún.
Lar se dedicará a la construcción de viviendas de nivel medio y residencial, con valor de entre uno y dos millones de pesos. Será diferente el servicio, dado que en los desarrollos de Lar, los clientes podrán escoger los acabados y la distribución de cada casa.
Para los directivos de Lar, México aparece como un mercado tan favorable que piensan desarrollar aquí hasta el treinta por ciento del total de su cartera.
Además Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México, compareció ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores y afirmó que México podría vender parte de las reservas internacionales del país por un monto de diez mil a veinte mil millones de dólares y usarlas para pago de la deuda externa sin afectar la capacidad crediticia del país y sin los pasivos. Ante los cuestionamientos de los senadores, indicó que esto no generaría presiones inflacionarios ni impactaría en forma considerable las exportaciones.
La única condición necesaria para trasladar reservas al pago e deuda sería tener superávit fiscal. Actualmente las reservas internacionales en México ascienden a unos setenta mil millones de dólares y para 2006 estimó que aumentarían entre ocho y diez mil millones de dólares más que resultan “más que suficientes”.
