Algunos desarrolladores mexicanos de parques industriales están cruzando la frontera para construir naves inteligentes y posiblemente hasta ciudades industriales en el país del norte.
El mercado se está abriendo porque las compañías americanas están girando hacia otros negocios más rentables en el corto plazo como centros comerciales y viviendas. En este momento una compañía mexicana está construyendo en San Antonio, Texas, un parque industrial en dos mil hectáreas.
Las ventajas que tiene la construcción del otro lado de la frontera, son la facilidad con la que se consiguen terrenos con todos los servicios, excención de impuestos y capacitación de personal.
Este movimiento se inició en 1987. En Laredo se construyó un parque que alberga a trece firmas. Su ubicación lo conecta directamente con el puente Internacional II. El segundo parque se construyó en Brownsville en 1996 y alberga empresas como Sony, General Electric, Delphi y Vitro. Otros desarrolladores han preferido construir en la frontera pero del lado mexicano.
En Mexicali se está comenzando a construir un parque industrial especializado en nanocomponentes que espera contar con las más importantes firmas del ramo en el mundo.
Cuando llegue a su máximo desarrollo ocupará cuatro mil hectáreas, cobijará cien empresas y creará cien mil puestos de trabajo. El proyecto se llama “Silicon Border Development Science Park” y es extensión del Silicon Valley de California. Además de otras ventajas, se decidió construir el parque en Mexicali porque tiene suficiente agua para el proyecto, por su capacidad de abastecimiento de energía eléctrica y por su cercanía con Estados Unidos.
Los Tratados de Libre Comercio que México tiene firmados con más de cuarenta países son una gran ventaja para la apertura comercial mundial del parque.
El Gobierno mexicano prometió beneficios fiscales del Impuesto Sobre la Renta durante los primeros diez años, bajas tasas de interés en préstamos, garantías y reembolsos por entrenamiento de personal.
La construcción de la infraestructura iniciará en estos meses y ya hay compañías que quieren comenzar a construir sus naves a finales de este año. Dos empresas están interesadas en instalarse desde el primer año y otras seis están invitadas formalmente.
La primera inversión será de 120 millones de dólares y la construcción total será de unos cuatrocientos millones. Se está pensando en la emisión de acciones para obtener financiamiento.
El proyecto tiene previsto el desarrollo de zonas residenciales, comerciales y de educación superior.
El Gobierno de California se comprometió a fundar cuatro universidades cerca de Mexicali, lo que garantiza el máximo nivel de avance tecnológico para el Silicon Border. Además se van a hacer carreteras para unir Silicon Border con Silicon Valley y operar vuelos directos entre ambos parques.
El proyecto existe desde hace dos años, pero no se había podido realizar porque las cuatro mil hectáreas eran terrenos ejidales y fue necesario hacer una negociación para privatizar los predios. En este momento ya está liberada la mitad de los terrenos y es allí donde se comenzará las construcciones. En un corto tiempo, antes de fin de año, se liberará la otra mitad para iniciar las construcciones en forma masiva.
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La Secretaría de Comunicaciones y Transportes y el Gobierno de Tamaulipas acaban de presentar el proyecto de un nuevo Puente Internacional entre Reynosa y Mc Allen. Ya está listo el esquema de la construcción y las bases para la explotación, conservación y mantenimiento del nuevo puente. La concesión será por treinta años y ya se abrió el concurso para otorgar la licitación. El 29 de septiembre será la apertura de proposiciones técnicas y económicas y el 27 de octubre la SCT emitirá el fallo. Ya está también firmado el convenio de coordinación con el Estado de Texas.
El puente estará situado en la zona conurbada de Reynosa y el proyecto incluye un puerto fronterizo para el control de personas, el auxilio turístico y el tráfico de importaciones y exportaciones.
El proyecto incluye también la construcción de una carretera de enlace con las carreteras Monterrey-Reynosa y Reynosa-Nuevo Laredo.
Del lado mexicano el puente tendrá una extensión de 2.6 kilómetros con una corona de 16 metros, para cuatro carriles de circulación. La inversión será de unos seiscientos millones de pesos y el tiempo de ejecución de la obra será de 18 meses.
