Un empleado de una llantera fue baleado, a plena luz del día, luego de enfrentarse a golpes con un sujeto no identificado en una de las calles de la colonia Hipódromo; al parecer, el desconocido acababa de asaltar dicho establecimiento, llevándose 50 mil pesos y un vehículo, según los datos que proporcionó la Policía Ministerial.
Personal de este medio de comunicación fue testigo de los hechos que se suscitaron en la calle Tamazula, casi esquina con Nazas, de la colonia Hipódromo, donde Ernesto Ruiz Sánchez, de 33 años, empleado del comercio denominado Llantas y Rines del Guadiana, ubicado a unos metros de donde se registró el forcejeo, terminó con tres balazos en el brazo.
A las 12:30 horas, en las afueras del citado negocio, se escucharon dos disparos y, acto seguido, se observó a un par de sujetos forcejeando, uno de ellos arriba de un automóvil tipo Chevy, de modelo reciente, de color azul, y el otro después identificado como Ernesto, debajo del auto, intentando sacarlo para golpearlo.
Después del forcejeo, Ernesto logró bajar al desconocido del Chevy; ya en el exterior, lo pateó sin importarle que éste estuviera armado.
Quien traía la pistola intentó accionarla, pero al parecer tenía seguro o se había trabado, pues no se disparó, por lo que gritaba: ?auxilio, llamen a la policía? y salió corriendo rumbo a la llantera, donde se escucharon cuatro disparos más.
Después de escucharse los balazos, el desconocido, todavía con pistola en mano, y perseguido por Enrique, corrió hasta el Chevy y se dio a la fuga a bordo de éste, por la calle Tamazula, hacia el oriente.
Enrique siguió corriendo con la intención de volverlo a atrapar, pero hasta después de avanzar varios metros se sintió lesionado, al ver su brazo lleno de sangre.
Vecinos y compañeros de trabajo lo auxiliaron mientras llegaba la ambulancia y, a su vez, después de cinco minutos y medio, ?quemando llanta?, llegaron aproximadamente siete patrullas de las policías Ministerial y Preventiva y al preguntar sobre el agresor, los vecinos les dijeron lo que vieron, por lo que se dividieron por las calles para intentar encontrar al responsable.
Versión oficial
De acuerdo con datos proporcionados por la Policía Ministerial, Ernesto estaba en la llantera y hasta ahí llegó un sujeto, de aproximadamente 1.65 metros, de complexión mediana y tez moreno clara, y apuntando con un arma, asaltó el establecimiento, llevándose 50 mil pesos.
Al pretender huir, se subió al carro tipo Chevy, propiedad del mismo comercio, pero Ernesto intentó detenerlo y ahí fue cuando lo lesionó de tres disparos con arma de fuego, hasta que llegaron los paramédicos de la Cruz Roja y atendieron al lesionado, quien tiene su domicilio en la calle Telurio de la colonia Máximo Gámiz.
Las pesquisas se realizaron por elementos de la Policía Ministerial y de la Dirección Municipal de Seguridad Pública, sin encontrar, por el momento, al presunto ladrón y agresor.
Las incongruencias del caso
El supuesto ladrón, cuando estaba siendo golpeado por el empleado de la llantera, gritaba ?llamen a la policía?, ?llamen a la policía?. ¿Cómo es posible que un ladrón querría que llegara la autoridad al momento en que acaba de sustraer 50 mil pesos?
Al verse agredido por el empleado, el presunto ladrón corrió a buscar apoyó a la llantera, de donde supuestamente acababa de robar una cantidad importante de dinero y había más trabajadores del negocio afectado.
La huida del ladrón, al parecer, fue en un automóvil propiedad de la misma empresa afectada. ¡Qué suerte encontrarse un carro con las llaves pegadas al momento en que acababa de robar y dispararle a alguien!