La precaria situación económica del joven obrero no le permite adquirir el medicamento necesario
EL SIGLO DE DURANGO
DURANGO, DGO.- Él tiene sólo 17 años, experiencias qué compartir, planes por llevar a cabo, sensaciones por descubrir, en una palabra, una vida por delante, pero es esa misma vida la que se le escapa a cada instante, esa situación que atenta contra su tranquilidad y la de los suyos, algo que no se puede ignorar o fingir que no pasa, porque no sólo es el hecho de su padecimiento, sino la frustración que enfrenta diariamente al no contar con los recursos para empezar a enfrentar a la enfermedad que se le ha diagnosticado a José Guadalupe Galazarza Ibáñez: leucemia.
Este cáncer, que frecuentemente afecta a la población infantil y joven, es el que agobia a ?Guadalupe?, como lo conocen sus familiares y amigos, un muchacho callado, que es el mayor de cinco hijos, que tiene estudios de secundaria, porque la vida no es fácil y se ha visto obligado a trabajar al término de ésta para poder contribuir a los gastos familiares, convirtiéndose de esta manera en parte fundamental en el sustento de sus hermanos y de sus padres.
Un época difícil se ha tornado para ?Guadalupe?, indica su abuelo Gustavo, al indicar que se han tocado puertas para pedir apoyo, pero no han encontrado respuesta, ya que las dependencias de Gobierno a donde han acudido se encuentran de vacaciones, pero el sentimiento de impotencia permanece en la familia, al ir contra el tiempo, donde este factor es determinante a cada momento, aseguró.
?Guadalupe? trabaja al lado de su padre en la ?obra?, aunque acepta que todavía se encuentra en etapa de aprendizaje al lado de su progenitor, quien lo instruye en la labor de la construcción, un trabajo que ha venido desempeñando desde muy corta edad, pues comenta que desde pequeño acompañó a su padre en diferentes actividades, al igual que su hermano Gustavo.
Un joven que manifiesta tener anhelos y planes, pero que a partir de la aparición de los primeros síntomas se han visto afectados, ya que de ninguna manera pasaba por su mente el padecimiento de ninguna enfermedad, dando por hecho que la situación de salud de la que él gozaba no cambiaría, pero desgraciadamente no sucedió así.
Su atención por el momento está centrada sólo en el afán de recuperar su salud, pero ese anhelo se ve opacado por la situación que hoy por hoy enfrenta: la imposibilidad de adquirir medicamento que ayude a su recuperación, además de que los ingresos de su padre se han reducido, ya que sus progenitores han estado con él todo el tiempo a raíz de su diagnóstico, porque ha repercutido de manera total, no sólo en el estado físico, sino en el anímico y psicológico.
Su familia está conformada por sus padres Félix Galarza Contreras y Martha Ibáñez González; sus hermanos Gustavo, José Manuel, Daisy Alejandra y Giovanni, de 15, 12, 8 y 5 años, respectivamente, además de sus abuelos, que le han brindado apoyo incondicional.
El padre de ?Guadalupe? platicó con El Siglo de Durango y comentó que la situación para su familia se ha tornado difícil a partir del 9 marzo, fecha en que le fue diagnosticado el cáncer a su hijo, porque la enfermedad no permite que éste realice actividades que regularmente llevaba a cabo, además de que sus demás vástagos han mostrado un ánimo decaído, resultado del padecimiento que ven en su hermano, aseguró.
Por otra parte, señaló que su hijo lo necesita más que nunca, razón por la que ha permanecido con él la mayor parte del tiempo, desde las primeras visitas que hicieran al hospital, hasta la hospitalización imperante, ya que su prioridad por el momento es el cuidado de su vástago, por lo que ha dejado de trabajar, indicando que ha recibido ayuda de sus familiares, pero que es insuficiente, ya que no puede pagar los medicamentos que requiere para el mejoramiento de su hijo.
En el semblante de los padres se ve un sufrimiento omnipresente, en su mirada un dejo de coraje pero la esperanza que no recae, sentimientos encontrados de coraje al no poder acceder a los medios que permitan la recuperación de su hijo, y por otra parte el amor que los une a uno de los miembros de la familia que lleva su sangre, y un pedazo de vida de cada uno de sus integrantes.
La situación es desgastante, porque ven a ?Guadalupe? angustiado, no sólo por el decaimiento de su ánimo consecuencia de la enfermedad, sino por su imposibilidad al no poder hacer nada por ayudar a conseguir el recurso económico que es determinante para su recuperación, ante la situación irreversible del tiempo que se les va de las manos y con él la vida de una parte de su familia.
NECESIDAD
El medicamento que no ha podido adquirir, pero que es parte fundamental para su recuperación es:
*Ciclofosfamida de 500 mg.
*Mesna, ampolletas de 400 mg.
PETICIÓN
La familia de ?Guadalupe? señala la importancia de cualquier tipo de ayuda en estos momentos y pone a disposición su domicilio y teléfono:
Calle Agustín de Iturbide No. 1207, colonia José Ángel Leal, sobre el libramiento San Ignacio.
Teléfono: 1-29-65-43.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.