La vida de David Beckham es de todo menos relajada.
Pero dos días antes de uno de los partidos más importantes de su carrera, el capitán de la selección inglesa está tranquilo y le recomienda a sus compañeros que disfruten del partido contra Portugal en Gelsenkirchen por los cuartos de final de la Copa de Mundo.
BUEHLERTAL, ALEMANIA
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"Estamos calladamente confiados. Estamos muy relajados y ya queremos que llegue", dijo Beckham sobre el partido del sábado.
Inglaterra perdió ante Portugal en definición de penales en los cuartos de final de la Eurocopa 2004, pero Beckham prefiere dejar ese partido en el olvido.
Los ingleses sortearon la primera ronda y los octavos de final a duras penas. Su ataque todavía no engrana, la defensa exhibe grietas, y la táctica del Sven-Goran Eriksson de alinear a Wayne Rooney como único hombre en punta parece rendir pocos frutos.
Aún así, el equipo tiene tres victorias y un empate, y llega rebosante de confianza al duelo con Portugal.
Beckham, de 31 años, juega en su tercer, y posiblemente último mundial. En 1998 llegó a la segunda ronda, y hace cuatro años alcanzó los cuartos de final.
"Es importante que los muchachos disfruten de esto porque estas oportunidades no llegan todo el tiempo", expresó. "Podría ser la última oportunidad para algunos, pero no pensamos en eso en el momento".
Beckham, quien vomitó en la cancha después de marcar el gol en el triunfo 1-0 sobre Ecuador en la segunda ronda, dijo que el clima más frío de Gelsenkirchen debe beneficiar a los ingleses.
Algunos jugadores se han quejado de los efectos del calor durante el campeonato.
