Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Y sí, todo era mágico tal como lo señalaba Liliana. ?Benny es mágico, ve lo que hace, ve como tiene a la gente, como te cambia?.
Ella que es su fan lo decía, pero todos lo sentían: los grupos de amigos, las parejas que en ningún momento de la noche dejaron de abrazarse y por supuesto las chicas que se han enamorado con la música del ex Timbiriche.
El hijo de Julissa incluso logró cambiar el frío del lugar por un cálido y romántico entorno. A las 12:15 de la noche, cuando empezó su concierto, el ambiente en la discoteca que lo acogió se tornó diferente tanto en la temperatura como en el estado de ánimo de las cerca de 800 personas que ahí estaban. Los que traían gabardina se atrevieron a despojársela y quienes titiritaban por el fresco ahora habían cambiado a un estado apacible y de tranquilidad.
Y en realidad, no podía ser diferente ya que las letras y la música de Ibarra invitan olvidarse de los problemas cotidianos para disfrutar lo verdaderamente importante: el amor.
Todos cantaban, hasta los que creían no saberse los temas. ?Según yo no me sé ninguna, pero todas las estoy cantando?, se escuchó la voz de una joven que disfrutaba el show con sus amigos.
Así, al ritmo de la batería, las dos guitarras, el bajo y movidos por las voces de Benny y su corista, los laguneros no dieron tregua y entonaron cada uno de los éxitos tal fue el caso de Inspiración, Llueve Luz, Detrás de Ti, Aire, Cada Mañana, Dame un Poco de tu Amor, Sutil Dolor, Tonto Corazón y Si Puedo Volverte a Ver (que interpreta a dúo con el español Miguel Bosé) entre muchos otros, los cuales llegaron como una auténtica flecha de Cupido a los corazones.
Fueron dos horas de emociones, de entrega, de recuerdos y de derroche de talento tanto del cantante como de su banda, pues todos hicieron gala de sus habilidades en los instrumentos y además le hicieron coro en todo momento.
Benny estaba feliz, se le notaba, así lo reflejaba, tanto que incluso se dio tiempo para recordar a John Lennon en el 26 aniversario de su fallecimiento y además complació a todos.
En varias ocasiones dejó el escenario pero no se despedía, luego regresaba, así sucedió ya casi para el final. El reloj marcaba las 2:10 de la madrugada del sábado, la gente gritaba ?¡Cielo, Cielo!?, y él, los complació con el tema. Luego, a sabiendas de que les daría gusto, los asistentes le pidieron repetidamente ?¡Mía, Mía!?, y también se las cantó.
Finalmente, a las 2:15 de la mañana dejó el foro. El tiempo se había ido sin sentir. En un abrir y cerrar de ojos todo había quedado atrás. Los asistentes, incluyendo a Liliana, comenzaban a salir del lugar. El frío volvía a calar hasta los huesos, sin embargo el corazón ardía aún gracias a los temas de Benny Ibarra.