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WASHINGTON, EU.- El nuevo jefe del Banco Central de Estados Unidos, Ben Bernanke, usó su primera aparición en el Congreso para prometer continuidad con Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal (Fed), pero rompió con su famoso predecesor al negarse a ofrecer consejos de política fiscal.
Las frecuentes incursiones de Alan Greenspan en cuestiones de presupuesto han provocado el fuego de círculos tanto políticos como económicos, la mayor parte de los demócratas, indignados por el socorro verbal que el ex jefe de la Fed otorgó a las fuertes reducciones de impuestos de 2001. Bernanke dejó en claro que iba a tomar un nuevo camino.
?Hay déficit; me gustaría ver que baje?, dijo Bernanke a un comité de la Casa de Representantes el miércoles. ?Pero depende del Congreso decidir si eso debe ser hecho con impuestos más altos, menos gasto o una combinación?. ?No me corresponde a mí decidir el tamaño que debe tener el gobierno?, dijo.
Greenspan ha siempre expresado su preferencia por pequeñas brechas en el presupuesto a través de la reducción del gasto. Según el diputado de Massachusets Barney Frank, un demócrata, Greenspan ?inyectaba su ideología?.
Bernanke, un alto consejero del presidente George W. Bush hasta que juró como jefe de la Fed el 1 de febrero, ya había prometido que se iba a enfocar estrictamente en áreas pertinentes a las dos misiones del banco central: la estabilidad económica y financiera.
?Creo que esa es la decisión que hay que tomar?, dijo el diputado Jim Saxton, republicano de New Jersey que encabeza el Comité de Conjunto Económico del Congreso. ?Su actitud de no meterse en cada controversia en impuestos y política presupuestaria es ciertamente comprensible?.
No todos, sin embargo, aplauden la elección de Bernanke.
?Eres nuestro economista número uno. Eres la persona a la que todos buscamos para que nos aconseje. No puedes sentarte y decir: ?No lo voy a hacer?, dijo el diputado de Georgia David Scott, demócrata, quien expresó su desilusión porque Bernanke no sea quien critique el pedido de Bush de hacer las reducciones de impuestos permanentes.
Greg Valliere, estratégico del Grupo de Investigación Stanford Washington, cree que la decisión de Bernanke es una movida estratégica para preservar su fortaleza mientras se consolida en el poder.
?Creo que va a hacer esto al menos durante un año para establecer su credibilidad, no sólo entre los mercados, sino la credibilidad dentro de la Fed?, dijo. Valliere comparó la actitud de Bernanke a aquella adoptada por la ex primera dama Hillary Clinton, quien inicialmente mantuvo un perfil bajo luego de ganar una banca en el senado de Estados Unidos.
?Creo que Bernanke tiene la misma estrategia: Establecer una reputación sólida antes de expresar su opinión sobre todos los asuntos del mundo?, dijo. Cuando el diputado republicano de Ohio Paul Gillmor le preguntó si permitir que las reducciones de los impuestos expiren iba a dañar a la economía, Bernanke dijo que las reducciones habían servido para estimular la actividad en los últimos años, pero se negó a hacer un pronóstico del futuro.