M.V.Z. FERNANDO CRUZ CASTILLO
EL SILO, EN LA ALIMENTACIÓN DE LA CABRA
En esta época, en que abunda el forraje para el consumo de las cabras, es conveniente el almacenar o guardar el sobrante para la temporada de invierno en que escasea o para la sequía, lo cual es muy común en la región. Aunque el forraje o ensilaje es lo que nos interesa en la alimentación de las cabras, analizaremos en primer término el lugar donde se almacena y produce, el silo.
Desde el punto de vista ganadero, un silo es un receptáculo de tamaño y forma variable, que se utiliza para almacenar forraje fresco, el cual se fermenta para propiciar su conservación. Varios caprinocultores ya cuentan con uno de ellos, lo cual es muy benéfico para su ganado.
Para esto, se pueden realizar de varias formas, con la condición de que en ellos se pueda compactar y encerrar el forraje para que no esté en contacto con el aire. Los más conocidos son el de torre, el de trinchera y el horno forrajero.
De acuerdo con los conocedores de esta materia, recomiendan lo siguiente: si el terreno donde se construirá el silo es muy compacto (piedra o arcilla) se recomienda el horno forrajero, si el terreno es de normal a franco (tierra suelta) se recomienda el silo de trinchera ademado. El silo de torre es muy costoso, por lo cual se debe evaluar y comparar contra los costos de mano de obra.
En el silo, prácticamente podemos depositar cualquier forraje que tenga la adecuada humedad y almidones fermentables en suficiente cantidad. los forrajes que comúnmente se ensilan son: maíz y sorgo y zacates de corte.
Para llenar el silo, se requiere efectuar los siguientes pasos:
a).-El forraje picado (trozos de 2.3 cm) se deposita en el silo, extendiéndolo para formar capas de 30 a 50 cm. de altura.
b).-Se compacta lo mejor posible haciendo pasar un tractor a todo lo largo de la capa del forraje, haciendo las maniobras necesarias para compactar toda la superficie.
c).-El silo deberá llenarse en el menor tiempo posible, para evitar capas de desperdicio.
d).-Una vez lleno se tapa con plástico o lona y se cubre con una capa de tierra o llantas viejas de vehículos.
Para poder mejorar o facilitar los procesos de fermentación, se utilizan varios aditivos, los más comunes son:
La melaza, la cual se utiliza de 20 a 50 Kg. por tonelada de forraje mezclada con agua y esparcida sobre las capas de forraje; se recomienda para forrajes maduros y con poca humedad.
Grano molido, se utilizan también de 20 a 50 Kg. por tonelada de forraje, espolvoreado en capas; se recomienda para los forrajes muy tiernos y con mucha humedad.
Inóculos, se utilizan para inducir la fermentación láctica y acelerar la acidificación del ensilaje, hay que ver las ventajas de cada uno, de los que ofrecen las casas comerciales de estos insumos y valorarlos.
Una vez que hayan trascurrido cuatro semanas después de que se tapó el silo, el producto puede estar listo para utilizarse. Para lo cual se recomienda sacar por un extremo y en forma de rebanadas a todo lo alto y ancho del silo, serán de un grosor o tamaño proporcional a la cantidad de ensilaje que se utilice en un día.
La cantidad de forraje que almacena un silo depende de su capacidad en metros cúbicos y la densidad del material ensilado. Los forrajes comunes (maíz o sorgo) tienen una densidad de 600 kg. por metro cúbico aproximadamente. En el siguiente cuadro vemos dos ejemplos.
Ancho abajo 5 mts. 6 mts.
Ancho arriba 6 m. 7 m.
Profundidad 2.5 m. 3 m.
Largo 20 m. 30 m.
Capacidad 200 ton. 400 ton.
