Ecología | Participan en la protesta alreedor de 300 personas
EL SIGLO DE TORREÓN
Inconformes dicen ver afectada su salud por la quema de basura del tiradero municipal
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Más de 300 habitantes del ejido Virginias bloquearon en reiteradas ocasiones la carretera a la altura de este mismo poblado (carretera que conduce a Lequeitio) impidiendo el paso de los camiones de Limpieza Municipal.
Graves estragos en la salud de los lugareños es lo que provoca el humo constante de la quema de basura que se efectúa en el tiradero municipal, cercano a Virginias, que es lo que ocasionó el disturbio en esta vía. Muchos habitantes se están enfermando de los ojos y de la garganta a causa de las humaredas que continuamente tienen que soportar.
El bloqueo fue el motivo por el que elementos de la Policía Preventiva del Estado a bordo de la unidad 4024 acudieron para exhortar a los inconformes a que permanecieran a un costado de la carretera y así evitar la obstrucción del tránsito vehicular.
A pesar de esto, los manifestantes bloquearon varias veces esta vía, sobre todo al ver uno de los camiones, pues a pesar de que han expresado su inconformidad varias veces a la Presidencia ?desde el periodo del ex alcalde, José Luis Marrufo Álvarez- no se ha dado solución al problema.
Los quejosos manifestaron su molestia y pidieron que el tiradero sea retirado de las cercanías de este ejido debido a que la población se está enfermando de los ojos y presentan problemas en las vías respiratorias, la mayoría dice no tener los recursos económicos suficientes para atenderse con un médico y comprar las medicinas para curarse.
La mayoría presenta problemas de conjuntivitis bacterial (infección en los ojos) y padecimientos de la garganta, enfermedades que son visibles entre quienes participaron en el bloqueo, pues la mayoría presentaba un enrojecimiento severo en los ojos que los hacía lagrimear constantemente.
?Me duelen mucho los ojos, en la mañana no se podía ver de tanto humo que había, queremos que quiten el basurero porque tenemos muchos niños chiquitos?, dice la señora Josefina Méndez, vecina de este ejido. Algunos niños también han enfermado de conjuntivitis y de la garganta como los hijos de Alejandra y Valentina Hernández.
También los adultos mayores como la señora Leonor Torres Sánchez presentan un dolor agudo en la garganta que a decir de la afectada no lo aguanta porque lo padece todo el día y la noche.
El problema es tal, que los lugareños aseguran que ayer por la mañana se desmayó una maestra de la primaria Revolución Social y que los alumnos también sufren las consecuencias. ?Mi hija se vomitó antes de irse a la escuela porque no soporta la garganta por la humazón?, afirma la señora Santos Chavarría.
Los manifestantes pidieron la ayuda del alcalde, Nicolás Muñiz Domínguez, a quien exigen les dé una pronta solución, pues entre los gritos de la multitud se escuchaban frases como ?Cuando quería el voto sí venía personalmente y no mandaba representantes? además de ?que venga para que respire lo que nosotros, él hizo el compromiso de ayudarnos?.
...Y los ánimos no se calmaron
Al lugar arribó el secretario particular del presidente municipal, Carlos Torres, además del noveno regidor, Manuel Saucedo Sánchez y la titular del departamento de Ecología, María Berenice Reyes Díaz, pero su presencia no calmó a la multitud que pedía soluciones.
Los manifestantes dijeron que el tiradero municipal lo habían quitado de Lequeitio y se los habían traído hasta los terrenos que colindan con Virginias sin consentimiento de nadie. ?Hay muchos arenales que están retirados donde se puede poner el tiradero, por qué nos lo ponen a nosotros?, dice el señor Mateo Hernández Salas, un hombre de edad avanzada cuya molestia le hizo cobrar fuerzas para participar en el bloqueo.
Este disturbio fue la única manera que los quejosos dijeron encontrar para poder ser escuchados al haber agotado otras vías como el diálogo.
Uno de los problemas en el tiradero municipal es que nunca se compró la maquinaria necesaria para enterrar la basura y hacer un relleno sanitario, por lo que los desperdicios se encuentran a la intemperie y para destruirlos son quemados afectando con el humo y la gran cantidad de moscas a más de dos mil 500 habitantes que tiene este ejido.
