Por quinta vez Héctor Fernando Guerra Zúñiga, alias ?El Tilda?, fue arrestado por presunta venta de droga el pasado 19 de octubre y recuperó su libertad el viernes 20. Su estancia en la cárcel fue de apenas un día. Tan sólo en 2006 ?El Tilda? había sido aprehendido el 23 de marzo y el 24 de mayo y el 16 de agosto.
Guerra Zúñiga siempre ha alegado ser adicto, por lo que apenas un día dura en la cárcel. El caso de ?El Tilda? no es el único, son muchos los presuntos puchadores que han sido detenidos por las autoridades en más de una ocasión y que recuperan fácilmente su libertad.
Mientras el narcomenudeo avanza a pasos agigantados, la pocas detenciones que hacen las autoridades de poco sirven ya que los vendedores de drogas al ser presentados frente a los Ministerios Públicos son puestos en libertad. Los argumentos para la liberación de un presunto narcomenudista van desde la forma en que se da la detención, la cantidad que portaba el implicado y el criterio del Ministerio Público federal para consignar o no al señalado, así como el criterio del juez de Distrito para decidir si lo envía al Centro de Readaptación Social.
Por si fuera poco, la corrupción es también un problema que evita la lucha frontal contra los vendedores de droga. Daniel Cabeza de Vaca, procurador general de la República, ha declarado que es en la Policía Municipal de las diferentes ciudades del país donde el problema de la corrupción se presenta con mayor frecuencia, el cual tiene su origen en los bajos sueldos que perciben los elementos policiacos. En algunos Ayuntamientos la paga es de apenas 2 mil pesos mensuales.
Es urgente que las autoridades de todos los niveles redoblen esfuerzos para enfrentar al narcomenudeo, pero también es necesario realizar reformas legales que eviten a los puchadores recuperar su libertad con suma facilidad. Mientras esto sucede es necesario que los Ministerios Públicos apliquen la Ley y no recurran a ?errores? en la redacción de las denuncias para dejar en libertad a ?puchadores? reincidentes.
