SE quema TREN MÁS RÁPIDO DEL MUNDO
Pekín, CHINA, (EFE).- Uno de los vagones del tren de levitación magnética (maglev) de Shanghai, el ferrocarril más rápido del mundo, se incendió durante uno de los viajes, informó ayer la televisión estatal CCTV.
No hubo daños personales en el suceso, pero éste obligó a suspender el servicio durante varias horas y pone un interrogante sobre la seguridad de este ultramoderno ferrocarril, que hasta ahora era el orgullo de la metrópolis oriental china.
El tren, que une la ciudad con el aeropuerto internacional de Pudong, se incendió ayer cuando se dirigía al aeropuerto, informó la televisión.
La televisión divulgó imágenes del tren parado en la vía, que se eleva unos diez metros sobre el suelo, y uno de los vagones (el segundo detrás de la locomotora) ennegrecido por las llamas.
DESTRUYE FUEGO TEJADO DE MEZQUITA
LONDRES, INGLATERRA, (EFE).- La Policía británica cree que el incendio que destruyó ayer el tejado de una mezquita en el sur de Inglaterra se debe probablemente a un acto de venganza por el complot terrorista que afirma haber descubierto esta semana Scotland Yard.
Cerca de las cuatro de la madrugada, la Policía y los bomberos tuvieron que acudir a la mezquita de Sarum Hill, en el condado de Hampshire, después que el tejado fuera pasto de las llamas.
Dieciséis bomberos tardaron casi dos horas en extinguir el incendio, según informó la Policía, que expresó la sospecha de que se trata de un incendio intencionado.
“En un ambiente como el actual, no podemos descartar la posibilidad de que el incidente esté relacionado con la amenaza a la seguridad”, dijo el subcomisario de la Policía local, Chris Brown.
CONDENAN A BRASILEÑA QUE MATÓ A NIÑERA
Sao Paulo, BRASIL, (EFE).- La justicia brasileña condenó ayer a 38 años de cárcel a una mujer acusada de torturar y asesinar a golpes a una menor de 11 años que trabajaba en su casa como niñera, crimen por el que también es procesado su esposo.
Un jurado popular de Belén, capital del estado amazónico de Pará, consideró a Roberta Sandreli Rolim culpable del asesinato, ocurrido en esa misma ciudad el 12 de noviembre de 2005, y el juez del caso le impuso la condena de 38 años.
La mujer tendrá, sin embargo, derecho a un nuevo juicio debido a que la pena impuesta por uno de los delitos superó los 20 años de cárcel, lo que no es permitido por la legislación penal brasileña. Sandreli fue condenada a 30 años de cárcel por el delito de homicidio calificado y a otros ocho años por detención ilegal.