Estiman que el costo global del bajo rendimiento laboral asciende a miles
de millones de dólares anuales.
Agencias
WASHINGTON, EU.- Ya sea una hamburguesa, un sandwich enorme o una bolsa de alimentos nutricionales, nada que se consuma de una máquina expendedora en el lugar de trabajo hará más que provocarle pereza después del almuerzo.
Y esto, seguramente, reducirá la productividad de la empresa Se estima que el costo global de las pérdidas por productividad asciende a miles de millones de dólares por año, con una alimentación saturada de grasas y azúcares poniendo a los empleados en riesgo de enfermedades relacionadas con la diabetes y la obesidad, según afirmó Christopher Wanjek, autor de un informe sobre la comida en el lugar de trabajo.
La obesidad representa el siete por ciento del costo total de los cuidados de la salud en los países industrializados, según señaló Wanjek en ?Food at Work?, un trabajo encargado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas. Los empleados con sobrepeso tienen el doble de riesgo de perder su trabajo que los empleados ?en línea?. En Estados Unidos, escribió Wanjek, el costo total de la obesidad fue de 99 mil 200 millones de dólares en 1995.
?No estamos hablando de polio. No estamos hablando de viruela. Esas enfermedades eran difíciles de combatir. Estamos hablando de enfermedades de la nutrición. Esto debería ser algo simple. Proporcionen acceso a mejores alimentos y la enfermedad desaparecerá?, dijo Wanjek.
Aunque hay soluciones, la mayoría de ellas requiere imaginación y algo de inversión, comentó Wanjek durante una reciente entrevista.
El mejor ejemplo de eso es Dole Food Co., una empresa que subsidia un comedor saludable para empleados en su sede de Westlake Village, en California. Allí, todo comienza con un salad bar ilimitado por 1.50 dólares, bocadillos frutales libres a la mañana, bocadillos vegetales libres por la tarde, y aliento para ir al gimnasio y hacer ejercicio físico, todo junto con el responsable de la empresa.
AUMENTA LA MORAL
Luego de seis meses, pruebas realizadas a 60 voluntarios demostraron que habían reducido el nivel de colesterol, de ciertas proteínas consideradas indicadoras de enfermedad cardiovascular futura, y de triglicéridos y de glucosa, señaló Jennifer Grossman, directora del Dole Nutrition Institute.
?Lograr esto es realmente uno de los mayores intereses de la empresa, además de elevar la moral de los empleados?, afirmó Grossman por vía telefónica. Claro que no todas las empresas pueden hacer lo mismo que Dole, pero el gigante del cuidado de la salud de los Estados Unidos Kaiser Permanente consideró que los empleados podrían comer de manera más saludable si los granjeros locales instalaban puestos de venta en los terrenos de la empresa. Y tuvo razón, con el razonamiento.
?La ubicación es todo?, dijo el doctor Preston Maring, que desarrolló el plan de los mercados de granja. ?Si colocamos puestos de venta por donde habitualmente camina la gente, es muy difícil que dejen pasar un durazno fresco a mediados de agosto?, aseguró.
Esos mercados son una apuesta segura en la sede de Kaiser en California del Norte, donde la producción local es accesible todo el año, aunque Maring destacó que el programa se expandió ya a 24 lugares en los Estados Unidos. La empresa, dijo, sólo se hace cargo del costo de los permisos que exige el gobierno.
Pero, según Wanjek, existen más programas novedosos: - Cantinas saludables en la oficina, como tiene la empresa Husky Injection Molding Systems Ltd. en Ontario, Canadá, donde las carnes rojas y los alimentos fritos están prohibidos y cada plato incluye tres variedades de vegetales. - Capacitación en higiene y seguridad alimentaria para vendedores ambulantes de comida en Sudáfrica, Tanzania e India.
-Tickets para comprar alimentos en los restaurantes y quioscos de venta de comida en Brasil, Hungría, Rumania, Francia, Gran Bretaña, Suecia, India, Líbano y China.
CICLO VICIOSO
La Organización de las Naciones Unidas se ha interesado por la nutrición de los trabajadores durante décadas, pero recién ahora comenzó a concentrarse en los países pobres, donde el problema era que los empleados tuvieran acceso a comida suficiente y agua potable, en lugar de la obesidad.
?La cuestión de la obesidad, en cuanto a cómo afecta la salud y la productividad de los trabajadores y cómo el ambiente de trabajo se puede transformar en uno de los medios para llegar a la gente y combatir la obesidad, nunca había sido explorada?, dijo a Reuters vía correo electrónico William Salter, de la OIT, con sede en Ginebra. El mismo Wanjek, que se prepara sopa cada semana y la coloca en un recipiente para comerla en la oficina, describió un ciclo vicioso a partir de la mala alimentación en el trabajo.
Una alimentación empobrecida nutricionalmente, según escribió Wanjek, afecta la salud: provoca la falta de energía, de fuerza y de coordinación y reduce la capacidad de aprendizaje.
Esto, a su vez, afecta la productividad y la competitividad de los empleados, aumenta los costos de la empresa y disminuye las inversiones y el crecimiento económico. Al final, se reducen los salarios y esto, nuevamente, afecta la calidad de los alimentos que consumen los empleados.
Sube ligeramente el consumo en EU
El gasto en consumo en Estados Unidos subió un 0.9 por ciento en enero, apenas por debajo de las expectativas, luego de que los ciudadanos agotaran sus ingresos y echaran mano a sus ahorros pese a un repunte en la inflación, mostró ayer un informe del Gobierno.
El Departamento de Comercio dijo que el ingreso personal aumentó un 0.7 por ciento en enero, en el mayor incremento desde septiembre, superando el alza del 0.6 por ciento esperada por el mercado.
Pero los consumidores gastaron a un ritmo más rápido, anotando el mayor incremento en el gasto desde julio, para llevar la tasa de ahorro a un ?0.7 por ciento.
Se trata del tercer mes consecutivo en el que los estadounidenses recurren a sus ahorros para financiar su tren de gastos. La tasa de ahorro personal no se encuentra por encima de cero desde marzo de 2005.
El informe mostró además un repunte en la inflación, aunque la medición interanual que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía se desaceleró levemente.
El índice de precios sobre el gasto en consumo (PCE por sus siglas en inglés) subió un 0.5 por ciento en enero tras una lectura sin cambios en diciembre.
En tanto, la tasa estructural, la medición de inflación favorita de la Reserva Federal porque al excluir los costos de los alimentos y la energía es menos volátil, mostró un alza más moderada del 0.2 por ciento, en línea con lo esperado, tras un aumento del 0.1 por ciento el mes previo.
En los últimos doce meses, la inflación se aceleró a un 3.1 por ciento desde el 2.8 por ciento de diciembre, mientras que la tasa estructural se moderó levemente, quedando en 1.8 por ciento frente al 1.9 por ciento acumulado al último mes de 2005.
ESTIMAN FRANQUICIAS MÁS PARTICIPACIÓN
El presidente de la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF), Roberto Ramos Weckmann, dijo que para 2006 el sector prevé mantener una participación de cinco por ciento en el crecimiento económico nacional, pese a ser un año electoral.
Al anunciar la XXIX Feria Internacional de Franquicias, a efectuarse del ocho al diez de marzo en el World Trade Center de la Ciudad de México, confió que este año el sistema de franquicias en México logre mayor madurez y certidumbre, sobre todo por la aprobación de reformas al artículo 142 de la Ley de Protección Industrial en la materia.
?De esa manera se fortalecen las expectativas para que haya mayor inversión en el sector y por consiguiente, el empleo sea factor determinante para un mayor número de mexicanos?, sostuvo en un comunicado.
El representante manifestó que buscan generar cerca de 50 mil empleos en 2006 en el sector para llegar a las 550 mil fuentes laborales, además de contar con cinco mil nuevos puntos de venta para sumar más de 50 mil a nivel nacional, y con ello mantener su contribución de cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
En los últimos años, recordó, la Feria Internacional de Franquicias se ha consolidado como un mercado de prueba para franquicias extranjeras que quieren entrar al mercado latinoamericano.
Una de las razones es el idioma, pues en realidad son mínimos los cambios que se hacen a los contratos y manuales que se usan en otros países de Centro y Sudamérica, así como del Caribe, anotó.
Ramos Weckmann indicó que en la Feria participará por primera vez la representación de la Asociación Centroamericana de Franquicias (ACAF) y otros países como Estados Unidos, España y Brasil.