CONSEJOS| EL RETO ES LLEGAR A LA TARCERA EDAD CON LA DENTADURA COMPLETA.
La limpieza bucal ayuda a conservar las piezas dentales que suelen ser un tesoro de la infancia a la tercera edad, pero hay que cuidarlas.
Mantener en buen estado los dientes es una de las tareas primordiales a lo largo de la vida. Cada una de las piezas tiene un alto valor, sobre todo cuando se entra en la tercera edad, en la cual es muy difícil encontrar a alguien con la dentadura completa y bien cuidada.
Las tres principales medidas de prevención para mantener en óptimas condiciones la salud bucal son -a partir de los tres años de edad- aplicar anualmente flúor; un cepillado correcto tres veces al día, después de cada comida; y el uso del hilo dental por las noches antes de lavarse la boca, a partir de la adolescencia. Ello, además de la revisión periódica con el especialista.
Amenazas
De acuerdo con estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social, más de la mitad de los mexicanos mayores de 65 años han perdido hasta dos terceras partes de los 28 dientes y muelas, y al llegar a una edad mayor sólo cuentan con 10. Y recuerdan que la mejor prevención es tener desde pequeños buenos hábitos de higiene bucal.
Las principales amenazas son las caries y las enfermedades en encías (gingivitis), que causan la pérdida de dientes.
Desgraciadamente en principio no dan síntomas y es hasta que se presenta el dolor y sangrado de encías al cepillarse cuando sus víctimas acuden con el especialista, pero en muchas ocasiones ya es demasiado tarde para salvar la pieza.
El odontólogo Jesús Pérez Domínguez, coordinador de Programas de Estomatología de la Unidad de Salud Pública del IMSS, explica que hay que cuidar la salud bucal desde la infancia con la aplicación de flúor periódicamente, la detección y remoción de placa dentobacteriana y el adiestramiento para el correcto cepillado.
Dientes viejos
La pérdida de piezas dentales en los adultos mayores puede derivar en infecciones recurrentes en boca, desnutrición porque no pueden comer bien, deformación en la alineación de los dientes y alteraciones estéticas, debido a que los músculos y tejidos de la zona se vuelven flácidos ante la falta de soporte de una dentadura completa.
Para no llegar a esta situación, señala, es importante enseñar a los niños -desde pequeños- a lavarse los dientes en forma correcta. La técnica consiste en cepillarse los dientes de arriba hacia abajo y los de abajo hacia arriba, tanto por fuera como por dentro; y las muelas en forma circular.
A partir de los ocho años la coordinación motora del niño le permite lavarse los dientes solo, sin embargo es importante que los padres supervisen la técnica del cepillado. A los adultos se les recomienda el uso de enjuagues bucales con flúor, no más de dos días por semana y de preferencia por la noche, para que la sustancia trabaje, durante las horas de sueño, contra los microorganismos que producen las caries o afecciones en encías.
El odontólogo Pérez Domínguez subraya que hay restos de comida que se encuentran entre dientes y que es imposible retirar con el cepillado diario, lo que sí puede hacerse con hilo dental que facilita el acceso a esos lugares difíciles, predilectos del microorganismo para su reproducción, y responsables de la formación de la placa dentobacteriana.
Y nadie debe olvidar acudir por lo menos una vez al año a revisión dental.
