Augura el mandatario venezolano que ganará su reelección en diciembre con diez millones de votos.
Caracas, (EFE).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo hoy que dejará el cargo para presentarse como candidato en las elecciones presidenciales del 3 de diciembre próximo si así lo decide el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)
Aunque opinó que la supuesta obligatoriedad de los funcionarios de abandonar sus responsabilidades públicas si optan por un cargo de elección popular no es mas que "interpretaciones" de la Ley, el gobernante insistió en que acatará una eventual sentencia judicial en ese sentido.
Esas interpretaciones son de "gente que quiere alterar la buena marcha de las instituciones", añadió Chávez en rueda de prensa, pero repitió que si el TSJ decide actuar en consecuencia, "yo no tendré mas que acatar (...), porque aquí hay una democracia plena".
Subrayó que actuará igual como ya lo hizo al acatar un antiguo fallo del TSJ, posteriormente anulado, sobre la no existencia de un golpe de Estado cuando fue derrocado durante dos días en abril de 2002 tras una asonada cívico-militar finalmente fracasada.
Esa sentencia dijo que quienes lo secuestraron en esa oportunidad actuaron "preñados de buenas intenciones (...) y yo me la calé (lo acepté)", manifestó.
También auguró que ganará su reelección en diciembre con diez millones de votos, "haya o no haya opositores" en las elecciones.
Unos diez candidatos "antichavistas" participarán en julio en unas primarias para designar a un único aspirante que se enfrente con mayor opción de triunfo a Chávez, aunque han dicho que aún no pueden confirmar del todo que participarán en los comicios.
Esos aspirantes opositores afrontan el escollo adicional que representa que varios partidos y grupos promueven el abstencionismo electoral "antichavista", como en las legislativas del año pasado, lo que permitió al oficialismo el control total del Parlamento.
Entre estos destaca el histórico partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), aunque su secretario general, Henry Ramos, matizó recientemente esa decisión y manifestó que se han dado un plazo, no revelado, antes de decidir si volverán a promover la abstención.
Varias encuestas coinciden en que los electores "abiertos" a apoyar una "alternativa distinta" a Chávez suman alrededor del 55 por ciento de los quince millones de votantes, pero también que una parte de ese porcentaje admite que podría sumarse al 45 por ciento restante que contabilizan como apoyo al gobernante.
Chávez se ha impuesto como meta electoral ser reelegido con el apoyo de dos tercios del electorado, y figura en otras encuestas con un favoritismo en la intención de voto de entre el 52 y hasta cerca del 80 por ciento.