Prevé canciller mexicano enviar nota diplomática a EU en caso de que se aprueba la Ley para construir el muro, porque afirma sería un "agravio" para la relación bilateral.
AP
MÉXICO.-México buscará persuadir al presidente estadounidense George W. Bush para que no firme una Ley que aprobaría la construcción de un muro en la frontera sur de Estados Unidos en un intento por detener la inmigración indocumentada, dijo el viernes el canciller Luis Ernesto Derbez.
El canciller anunció que en caso de que el Congreso estadounidense apruebe la Ley para construir el muro, México enviará una nota diplomática al Departamento de Estado para manifestar la inconformidad del Gobierno del presidente Vicente Fox porque significaría un "agravio" para la relación bilateral.
"Nos parece que es un gesto que no representa la amistad entre las naciones de América Latina y el Caribe y los Estados Unidos", señaló en rueda de prensa el jefe de la diplomacia mexicana.
Interrogado si México buscará "disuadir" a Bush de su apoyo al muro, Derbez contestó que "sin duda".
El Senado estadounidense discutía el viernes la aprobación de la Ley que ha dejado de lado el deseo de México de que se hiciera una reforma migratoria integral que considerara la regularización de los millones de indocumentados que radican en ese territorio.
La Ley prevé la construcción de 1,125 kilómetros en la frontera común de más de 3,000 kilómetros con el fin de impedir la entrada de indocumentados y delincuentes.
"Hemos señalado de manera clara e inequívoca que nos parece innecesario y que nos parece incorrecto", señaló Derbez, cuya oficina advirtió el jueves que su construcción perjudicaría las relaciones entre los dos países.
El canciller dijo que si bien es una "decisión autónoma" de Estados Unidos tomar la decisión final, México trabajará para hacerle notar a Bush "que puede representar un agravio".
Derbez señaló que si pese a sus esfuerzos el gobierno de Bush lo avala, México pedirá a autoridades locales, estatales y federales que antes de comenzar su construcción piense en "otro tipo de arreglo", como aprobar una reforma migratoria integral.
El presidente electo mexicano Felipe Calderón también ha manifestado su rechazo contra la medida que impulsa el Congreso estadounidense.
En Estados Unidos radican alrededor de 11 millones de mexicanos, de los cuales poco más de la mitad son indocumentados.
Las remesas de los mexicanos en el exterior se han vuelto en la segunda fuente de divisas detrás del petróleo. En el 2005 enviaron al país poco más de 20 mil millones de dólares.