En política el término continuidad se interpreta como una mala palabra.
Así ocurría en México durante el dominio priista cuando los partidos de Oposición criticaban una y otra vez la continuidad de los gobiernos revolucionarios.
“No más de lo mismo”, era el grito desesperado de los candidatos disidentes.
A dos meses de los comicios presidenciales la continuidad parece imponerse en el sentir de los electores mexicanos.
De acuerdo a la última encuesta del diario Reforma, el PAN con Felipe Calderón a la cabeza cuenta con el 38 por ciento de las preferencias de los votantes contra 35 por ciento de Andrés Manuel López Obrador (PRD) y 23 por ciento de Roberto Madrazo (PRI). Si bien es cierto que dicha publicación ha expresado su oposición al PRD y simpatías hacia el PAN, también es verdad que sus encuestas durante años han sido consistentes con la realidad.
Estos resultados confirman las tendencias que en las últimas semanas han expresado otras encuestas de calidad realizadas a lo largo y ancho de la República Mexicana.
López Obrador ha perdido terreno no sólo por tildar de “chachalaca” al presidente Fox, sino porque no ha mostrado claridad en sus proyectos ni un equipo de trabajo confiable y experimentado.
Además el perredista se negó caprichosamente a participar en el debate que ayer martes se realizara en el Distrito Federal entre los cuatros candidatos restantes, lo que evidenció su falta de valor político y su convicción por la democracia.
Felipe Calderón por su parte ha recogido en esta última encuesta los frutos de los spots de radio y televisión en donde los panistas atacaron de frente la credibilidad de López Obrador.
Tampoco Calderón ha recibido a estas alturas denuncias de peso ni le han sacado “trapos sucios” lo que es mucho decir a sesenta días del día cero.
La otra realidad que se evidencia en esta encuesta es la caída estrepitosa de Roberto Madrazo. Su voz engolada y sus poses bien estudiadas no han sido suficientes para convencer ni siquiera al tradicional voto duro del tricolor.
La historia no ha concluido. Faltan muchas semanas de refriega política, los resultados del debate de esta semana y del debate del seis de junio en donde participará López Obrador.
Sin embargo, las tendencias actuales tenderán a consolidarse de acuerdo a la tradición política, siempre y cuando no ocurran sucesos inesperados, aciertos sobresalientes o errores garrafales por parte de los candidatos en contienda.
Otros factores que seguramente influyen en el ánimo de los encuestados son la imagen favorable que mantiene el presidente Vicente Fox con todo y sus tropezones, aparte de que la economía mexicana mantiene durante este sexenio una estabilidad histórica, comparable a los años del “milagro económico” de la década de los sesenta.
Estos hechos que Calderón y del PAN que a la hora de cruzar la boleta electoral son muy tomados en cuenta.
En la encuesta del diario mexicano se califica favorablemente a Calderón en cuanto su capacidad a negociar mejor con el Congreso, los líderes empresariales, los sindicatos y un acuerdo migratorio con Estados Unidos.
En suma, Calderón ofrece a los encuestados una mayor garantía y seguridad para gobernar a México y para continuar el supuesto cambio iniciado por Vicente Fox.
La continuidad, pues, parece ser la palabra mágica en estos comicios. Pero no adelantemos vísperas porque como dicen los políticos la verdadera encuesta será el dos de julio.
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