EL PADECIMIENTO REDUCE LA CALIDAD DE VIDA DEL NIÑO.
El Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se caracteriza por falta de concentración, hiperactividad e impulsividad.
Es verdad que mucha gente no sabe distinguir entre un niño travieso, sumamente inquieto, y uno víctima del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), pero es un hecho que un médico puede hacerlo y combatir este problema, que es una bomba de tiempo para el pequeño y quienes lo rodean.
El doctor Félix Higuera Romero, director del Hospital Psiquiátrico Infantil "Juan N. Navarro", explica que desde hace más de un siglo la ciencia conoce este problema, que se ha convertido en el padecimiento infantil más estudiado, y que es una "condición que se caracteriza por falta de concentración, hiperactividad e impulsividad que trastoca la vida del niño".
Advierte que debido a la severidad de los síntomas, el TDAH puede tener un serio impacto en los pacientes y sus familias, "lo que se ve reflejado en problemas escolares, sociales y psicológicos que afectan la autoestima de los niños y la capacidad para alcanzar todo su potencial".
Calidad de vida
El especialista señala que esta situación "se agrava, pues tan solo un 2.6% de los niños que sufren TDAH reciben el tratamiento integral que este padecimiento demanda para mejorar su calidad de vida".
Dejar pasar el tiempo es un riesgo innecesario. La detección oportuna del problema por parte de un especialista en salud mental infantil y de adolescencia es prioritaria. Pues, al igual que muchos de los trastornos neurológicos y psiquiátricos, como la epilepsia, enfermedad de Alzheimer y la depresión, el TDAH
puede detectarse mediante exploración del desarrollo y evaluación clínica exhaustiva, afirma.
De acuerdo con el psiquiatra, la incidencia del síndrome en México es cercana al 5% de los niños en edad escolar; es decir un millón 500 mil pequeños.
CIENCIA Y CONCIENCIA
El doctor Higuera Romero dice que la evidencia se refiere a las investigaciones científicas que respaldan y demuestran la efectividad de los tratamientos de atención multidisciplinaria, que incluyen terapia conductual, psicoterapia, psico-educación y terapia farmacológica para tratar los síntomas problemáticos de niños con TDAH, que pueden estar asociados a otros padecimientos.
Considera que un tratamiento farmacológico como Ritalín (metilfenidato), un agente terapéutico de primera elección desde hace más de 40 años, "permite restablecer un equilibrio químico en el sistema nervioso y mejora hasta en un 70% los síntomas del TDAH, útil como una herramienta para alcanzar el funcionamiento interpersonal óptimo y con la ventaja de incrementar las capacidades de atención, concentración, memoria y mejora la autoestima".
Asimismo, este fármaco disminuye las respuestas emocionales excesivas; conducta agresiva y destructiva y recupera la armonía personal y familiar. Lo más importante, al mejorar el comportamiento problemático, es que disminuye el riesgo de que el niño sea humillado, agredido, ignorado o abandonado por sus compañeros, maestros y familiares", asegura el especialista. Afirma que investigaciones han demostrado que Ritalín es efectivo y seguro, como lo demuestran 200 estudios internacionales en más de seis mil pequeños en edad escolar y millones de pacientes en todo el mundo tratados con éxito durante más de cuatro décadas.
Es importante, afirma, que los padres estén informados acerca del grave impacto que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad tiene en la calidad de vida de los niños y de la importancia de conocer y seguir un tratamiento integral indicado y supervisado por un médico especialista, que puede ser un psiquiatra infantil, un neurólogo pediatra o un pediatra.
