El Siglo de Durango
La licencia de conducir de aproximadamente 31 choferes del transporte público ha sido cancelada al dar positivo en el examen antidoping que se ha aplicado en los últimos días. Sin embargo, las personas aún tienen la posibilidad de presentar su defensa y en caso de que reconozcan su adicción y el deseo de rehabilitarse, pueden tener una segunda oportunidad.
Carlos Burciaga Rosales, director de Transportes del Estado (DGTE), comenta que a la fecha han aplicado 310 exámenes sorpresivos, de los cuales alrededor de un 10 por ciento ha dado positivo. Cada prueba tiene un costo de 100 pesos; la mitad es solventada por la autoridad y el resto por el conductor. De manera que actualmente los exámenes implican una erogación para el erario estatal de 15 mil 500 pesos.
La meta es aplicar el análisis a cuatro mil 500 choferes, por lo que el programa puede extenderse hasta finales de año. También se contempla emplearlo en la Comarca Lagunera.
Conforme a la normatividad, en los casos que resultan positivo se procede de manera inmediata a suspender el permiso para conducir, pero esto es un primer paso.
Y es que habrá algunos que den positivo por cuestiones médicas, así que tienen la posibilidad de comprobar que efectivamente están en tratamiento, pero para esto no basta mostrar una receta médica; incluso, deben presentar el testimonio del galeno que los atiende.
Hay quienes, al verse descubiertos, prefieren dejar su trabajo que las sustancias ilegales que consumen. Pero hay otros que solicitan les den la posibilidad de recuperar su fuente de empleo. El entrevistado calcula que del 10 por ciento positivo cuando menos la mitad sí busca recuperarse de su enfermedad.
El funcionario estatal recuerda que mantienen un convenio con el Hospital de Salud Mental ?Dr. Miguel Vallebueno?, institución que recibe a los choferes con deseo de rehabilitarse de su adicción. Tras recibir la terapia correspondiente, el nosocomio debe dar su aval para que la DGTE les pueda reactivar su licencia.
De esta forma, la autoridad se asegura de que el conductor en realidad ha abandonado su vicio para tranquilidad de los usuarios.
Recuenta que a partir del 14 de agosto iniciaron el programa de examen antidoping, el cual es sorpresivo y se lleva a cabo mediante un convenio con la Escuela de Ciencias Químicas de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).
Esto garantiza la transparencia de los resultados, pues no se descarta que si una institución privada los aplica algunos de los conductores quieran sobornar para impedir que se les descubriera.
Burciaga Rosales describe que hacía ya algún tiempo que no se aplicaba esta medida para garantizar que los choferes de taxis y camiones de ruta se encuentran en buenas condiciones físicas y mentales para certidumbre de los miles de pasajeros que día tras día hacen uso del transporte público. Por lo tanto, considera que se trata de una acción que la misma ciudadanía demanda y a la cual los sindicatos no se han opuesto.
Complejidad mental
La DGTE carece de un departamento formal de psicología.
-Cuenta con dos psicólogos que aplican diferentes exámenes a los solicitantes de la licencia de conducir.
-La licencia dura cuatro años, periodo en el que los conductores no vuelven a ser sometidos a una valoración psicológica.
-Carlos Burciaga Rosales, responsable de la DGTE, asiente que es necesario tener cierto seguimiento en este renglón.
-Los conductores del transporte público están sometidos a constante estrés y manejan hasta más de ocho horas diarias, de modo que su estabilidad emocional puede resultar afectada.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.
