El anuncio realizado por la Administración de José Ángel Pérez, de establecer ?candados? para evitar las obras mal hechas, sin duda es una respuesta a la mala experiencia que tuvo Torreón con la construcción del tristemente famoso Distribuidor Vial Revolución.
Para evitarse problemas el Ayuntamiento mantendrá una supervisión constante en las obras desde su origen, es decir: revisará con lupa los proyectos técnicos, el desarrollo y conclusión de los trabajos. La revisión se hará en todas las obras independientemente si son ejecutadas por el Estado o el Municipio.
A pesar que en 2005 fueron rivales políticos cuando ambos buscaban la alcaldía de Torreón, José Ángel Pérez y Eduardo Olmos han logrado llegar a acuerdos. Los ciudadanos ven con buenos ojos que tanto el alcalde como el hoy secretario de Obras Públicas del Estado sostengan reuniones para dirimir diferencias y trabajar de manera conjunta por el bien de Torreón.
Por desgracia en muchas ocasiones, los colaboradores de ambos funcionarios poco contribuyen para que exista una comunicación eficiente entre el Municipio y Estado, lo que se ha traducido en demoras en el arranque de obras.
Esperemos por el bien de la ciudad que en verdad el Ayuntamiento mantenga una estricta vigilancia en las obras que se realicen, para que historias como la del DVR nunca vuelvan a repetirse.