Berlín, (EFE).- Armin Meiwes, el llamado "caníbal de Roteburgo", trata de impedir por vía judicial el estreno el próximo 9 de marzo en Alemania, coincidiendo con la previsible sentencia contra él, de una película inspirada en su macabra historia.
La película "Butterfly" (Mariposa) de Martin Weisz se estrenará en Alemania bajo el título "Rothenburg", el mismo día en que la Audiencia Provincial de Fráncfort anunció su sentencia sobre un caso que ha hecho correr ríos de tinta tanto fuera como dentro de Alemania.
El filme, una producción estadounidense, está protagonizada por el camaleónico Thomas Kretschmann en el papel del caníbal, por Thomas Huber y por la actriz Keri Russell.
El abogado de Meiwes, Harald Ermel, ha interpuesto una demanda ante el juzgado al considerar que la película vulnera el derecho a la intimidad de su cliente.
Ermel considera que el filme está basado claramente en el caso y que el caníbal que interpreta Kretschmann es, según ha podido ver en el trailer de la película, "un hermano gemelo de Meiwes".
Marco Weber, productor del filme, sostiene, sin embargo, que la película sólo está "inspirada" en este caso que conmocionó Alemania y no basada en él.
Según la revista alemana "Focus", los jueces alemanes anunciarán el próximo 28 de febrero si finalmente prohíben o no el estreno de la película, tal y como desea Meiwes.
Meiwes fue condenado en enero de 2004 a ocho años y medio de prisión por homicidio por la Audiencia Provincial de Kassel, tras confesar haber matado al berlinés Bernd Jürgen Brandes, de 43 años, quien viajó de Berlín a la pequeña localidad de Roteburgo del Fulda para dejarse matar y ser devorado por el caníbal.
El caníbal alemán cortó primero el pene a su víctima y lo pasó por la sartén para comérselo juntos, tal y como le pidió Brandes.
Cuando éste agonizaba lo remató a cuchilladas, luego destripó su cadáver, lo descuartizó y enterró algunos trozos en el jardín, mientras otros los congeló y se los comió en días posteriores.
El antropófago, de 44 años, no pudo ser juzgado por canibalismo, ya que esta práctica no está tipificada como delito en Alemania.
