EL UNIVERSAL
MÉXICO, D.F.-La pequeña solista rumana Cleopatra Stratan está a unos pasos de entrar al libro de récords Guiness al vender mas de 40 mil copias de su primer disco.
Su carrera comenzó a los 3 años y medio y el 6 de octubre pasado, cuando cumplió 4, su estudio de grabación, Cat Music, le entregó como regalo su primer disco de platino por haber vendido más de 40 mil copias de su CD de baladas infantiles "At the age of 3" ("A la edad de 3").
Con ello se convierte en la artista más joven en recibir este reconocimiento, la más joven en haber grabado un disco como solista y la más joven en presentarse en concierto durante dos horas (en el Auditorio Nottara de Bucarest, en agosto y otro en Chisinu, en septiembre).
Seis meses de carrera han sido suficientes para que la angelical chiquilla rubia, de ojos color almendra levemente rasgados y piel blanquísima, se convirtiera en ídolo nacional en su país. Su padre, el cantante Pavel Stratan, fue quien contactó con la editorial que publica el famoso libro de récords que ya analiza las características de la joven estrella para determinar si merece ingresar en su páginas.
Por lo pronto, Cleopatra ha comenzando a recibir propuestas para trabajar fuera de Rumania y tanto su canción "Ghita", como el video clip que grabó con este tema, se han convertido en los más descargados de la página web You Tube.
Su repentina popularidad también ha logrado que la niña pueda cobrar mil euros por canción durante un concierto. Los amantes de los números ya calcularon que esto equivale a 300 euros por minuto.
Escucharla remite a los actos de la escuela primaria de cualquier país, en los que las vocecitas cristalinas de los niños llevan el ritmo con gracia; sin embargo, no se puede decir que sea realmente novedosa.
Su propio padre, Pavel, no es ni con mucho un desconocido en su país. En los últimos premios MTV de música rumana se llevó la presea al mejor albúm. A los 36 años de edad, él mismo cuenta ya con una larguísima trayectoria, pues comenzó en la música a los 7. Con una presencia agradable y una voz ideal para las baladas y la música romántica, ha conquistado a las jóvenes de Europa del este.
Ahora su fama ha crecido exponencialmente como el Pigmalión de Cleopatra, a quien ha sabido educar con la disciplina necesaria para repetir incansablemente una melodía en el estudio de grabación hasta lograr la perfección. Sin mencionar la concentración y energía que hay que adquirir para mantener el interés del público durante las dos horas que dura un concierto.
