José Alonso Samaniego regresa a la cárcel para cumplir su sentencia por robo a casa habitación
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Con tres días sin probar bocado, deambulando por las calles, fue detenido el interno que se evadió del Cereso, luego de una persecución en las inmediaciones de la colonia La Carpa de Cd. Lerdo y de la colonia Jacobo Meyer.
José Alonso Samaniego Solís, de 25 años, alias ?El Mano?, sentenciado por robo en casa habitación, fue capturado por agentes de la Policía Ministerial luego de casi tres días y medio de haber burlado la seguridad en el Centro de Readaptación Social (Cereso).
Por su narración de los pasos y la ruta que tomó para evadirse, se presume que ?El Mano? actuó solo y en una semana planeó su fuga, motivado por el hecho de sentirse liberado, ya que a su criterio no es culpable de los siete procesos por delitos similares que enfrenta.
De 1.74 metros de estatura, con un peso aproximado de 60 kilogramos, moreno y muy delgado, José Alonso ?libre? por casi 90 horas, fue presentado por el supervisor de la Policía Ministerial, Eliseo Cabrales Saldaña.
Para despejar las dudas sobre su escape, ?El Mano? dijo que el jueves 26 de enero, al terminar la hora de visita se hizo presente a la hora de pasar lista y a las 17:30 horas se coló en la fila de personas que iban a recoger ?material?, es decir, artículos que llevan sus familias pero que deben ser revisados antes de entrar al penal.
José Alonso se salió de la fila a la altura de la oficina de psicología y con una tarjeta telefónica que deslizó por el marco, botó el seguro de una chapa casi inservible y se metió a un pequeño cuarto donde permaneció hasta avanzada la noche.
Antes de entrar a la oficina, el interno pensó que había sido detectado por un guardia o por la cámara de seguridad que está frente al pasillo que conduce a la citada habitación, pero ninguno de los métodos de vigilancia fue suficiente para el sagaz joven.
Sobre el barrote vencido para lograr su salida al exterior, dijo que una semana antes se dio cuenta del detalle que pasó inadvertido para muchos y pensó que con tiempo podría doblarlo.
La venda que se convirtió en útil herramienta la obtuvo en la enfermería, cuando según dice fue a que lo atendieran de un dolor en la columna.
Dentro del reducido cuarto había un moño utilizado para adorno navideño que destapó y usó como extensión para su inusual cuerda. Mientras esperaba el momento para salir, tomó pintura verde de un frasco y aprovechó para despedirse con su mensaje de: ?también los pobres tenemos oportunidad?.
Mientras narraba los hechos el interno, el supervisor Cabrales Saldaña dijo que ?El Mano? tenía en su expediente un castigo porque en una ocasión trepó una pared y llegó hasta las ventanas que dan a luz juzgados y fue castigado.
Decidido, José Alonso rompió la pata de una silla que estaba en la oficina, acercó un escritorio, subió un banco y metió la pata entre los barrotes y con su venda jaló hasta vencerlo.
Llegó el momento del descenso que pareció no generar mayores complicaciones para el espigado sujeto que enfrenta cargos por entrar y salir de casas de forma indistinta y con objetos en las manos.
Al tener los pies fuera del penal, ?El Mano? caminó por el fraccionamiento Latinoamericano y en una de las calles se encontró a una señora y le dijo que eran las 1:00 horas del viernes 27 de enero.
Caminando por carretera, el recién evadido trazó su ruta con el objetivo de llegar a la colonia El Huarache de Cd. Lerdo, donde vive una hermana. Dice que no pensó llegar con su familia porque le llevaría problemas.
José Alonso tiene dos hijas pequeñas, según la Policía Ministerial la madre y su esposa fueron interrogadas sobre la evasión y su mujer estaba molesta por lo ocurrido.
Temeroso de su captura inmediata, prefirió rondar por la colonia La Carpa y las noches las pasó a la intemperie; sólo se acercaba a El Huarache pero asegura que nunca llegó con su hermana, donde ya los estaban esperando policías.
Eliseo Cabrales informó que fue a las 17:30 horas del lunes 30 de enero, cuando en un recorrido por las inmediaciones de la colonia Jacobo Meyer se detectó a un sujeto con la media filiación del evadido.
Antes de ser interrogado, el escurridizo hombre puso tierra de por medio por casi dos kilómetros y al ser alcanzado, dijo que se llamaba Gustavo Samaniego Solís, pero el tatuaje en su mano izquierda con el nombre de José lo delato en su intento por hacerse pasar por su hermano.
Para soportar la detención, Cabrales Saldaña informó sobre el cumplimiento de una orden de reaprehensión girada por el Juzgado Segundo, toda vez que tiene otros procesos pendientes.
Por otra parte se informó que la agente del Ministerio Público de delitos Varios, Fabiola Muñiz Ávalos, tomó la declaración a los ochos custodios relacionados con la fuga por tener a su cargo el lugar donde se evadió el interno y será en las próximas horas cuando se conocerán más avances sobre la integración de la averiguación previa.
Castigo a responsables
?Quienes resulten responsables por la evasión de un interno la semana pasada en Torreón, serán dados de baja y además se les integrará la averiguación penal correspondiente para que reciban su castigo?, sentenció el gobernador Humberto Moreira Valdés.
Cuestionado durante su visita a San Pedro, sobre lo acontecido la semana anterior en el Centro de Readaptación Social de Torreón, el mandatario estatal aseveró que ya se investiga al respecto y si alguno de los custodios tiene alguna responsabilidad, será sancionado.
Lo anterior en relación a la evasión de José Alonso Samaniego Solís, de 25 años de edad, apodado ?El Mano?, quien purgaba una sentencia por el delito de robo y qe para conseguir su objetivo, cortó un barrote de una reducida ventanilla del área de psicología.
En la averiguación se desprenden indicios de que el interno procesado no actuó solo, toda vez que el barrote desprendido no fue cortado en una sola acción, presentaba huellas de óxido, por lo que se presume que desde tiempo atrás se había estado planeando la fuga.
