Más de la mitad de la Población Económicamente Activa no tiene condiciones favorables .
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Brasilia, BRASIL.- Un total de 126 millones de latinos carece de un empleo formal, cifra que equivale al 53 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) regional, reveló hoy aquí la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Un informe del organismo, presentado ayer en Brasilia por el director general de la OIT, Juan Somavia, señaló que en América Latina hay 23 millones de personas en condición de desempleo abierto y 103 millones que trabajan en la informalidad.
?Este número equivale a más de la mitad de la PEA de la región, representada por 239 millones de personas?, se indicó en el documento ?Trabajo Decente en las Américas: una Agenda Hemisférica, 2006-2015? divulgado en el inicio de la XVI Reunión Regional de la OIT.
El reporte añadió que ?este déficit de trabajo formal podría aumentar a 158 millones de personas en 2015 si no se adoptan medidas para generar más y mejores empleos? y advirtió que en la región del Caribe la situación es ?especialmente compleja?. La Agenda Hemisférica propone un plan de trabajo con recomendaciones de políticas generales y específicas, las cuales incluyen una serie de metas concretas que podrían ser consideradas y adaptadas a las particularidades de cada nación del continente.
La XVI Reunión Regional de la OIT, que comenzó ayer cuatro días de actividades en la capital brasileña, cuenta con la participación de delegados gubernamentales, de organizaciones laborales y de la sociedad civil de 35 naciones americanas. La cita, que se realiza cada cuatro años y será inaugurada en forma oficial hoy miércoles, tiene como objetivo fundamental buscar caminos para enfrentar la persistencia del desempleo y la precariedad laboral.
La Agenda Hemisférica presentada por Somavia planteó además la necesidad de avanzar hacia un crecimiento económico más dinámico y rico en empleos, pues en la actualidad sus beneficios no repercuten con la fuerza esperada sobre los mercados laborales. ?No es posible esperar que sólo el crecimiento promueva el empleo para quienes más lo necesitan y reduzca la pobreza extrema en la región?, se subrayó en el documento.
Somavia aseveró ante los delegados del encuentro que ?la generación de trabajo decente es un objetivo político, porque repercute sobre la lucha contra la pobreza, la gobernabilidad de las democracias y la seguridad hemisférica?. El diplomático chileno aseveró que ?debemos responder con medidas concretas a las aspiraciones de nuestras ciudadanas y ciudadanos de un trabajo decente, porque eso es lo que expresan en cada elección y esperan de las democracias?.
El documento estimó además que ?es necesario incorporar explícitamente el objetivo de generación de trabajo decente en las estrategias nacionales de desarrollo?, incluyendo la generación de políticas laborales específicas.
Para ello, la existencia de una legislación y una atmósfera favorable a la inversión y la creación de empresas resultan fundamentales para fomentar la productividad y competitividad de los países, afirmó la OIT. El organismo destacó la importancia del diálogo social entre gobiernos, empleadores y trabajadores como un factor clave para ?delinear políticas públicas sostenibles? adecuadas a las realidades de cada uno de los países.
La Agenda considera como desafíos principales que el crecimiento económico sea promotor de empleo, que los derechos laborales se cumplan, que se adopten nuevos mecanismos de protección social adecuados a la realidad actual y que se combata la exclusión social.
Jóvenes sin trabajo
En América Latina, 9.5 millones de los 57 millones de jóvenes entre 15 y 24 años que están disponibles para laborar, están desempleados, según reporte de la
Organización Internacional del Trabajo.
·Víctimas de la ?década perdida?, nacieron entre 1980 y 1990 y representan el 42 por ciento del desempleo abierto en la región, señala el informe.
·La situación es aún peor, dice el informe, si se considera el número de jóvenes en la región que no trabajan ni estudian, lo cual representa 21 por ciento que equivale a 22 millones, de los cuales dos de cada tres son mujeres, muchas de las cuales han sido madres a temprana edad.
·Además millones de jóvenes están atrapados en trabajos temporales o eventuales que no ofrecen protección laboral o social y brindan pocas perspectivas de progresar, denuncia el organismo internacional de trabajo.
·Los jóvenes, señala, han empezado a conformar un contingente cada vez mayor de la fuerza laboral. Dada la insuficiente creación de empleo en América Latina, los jóvenes terminan ocupando los segmentos más precarios de los empleos disponibles.
·Su tasa de desempleo supera ampliamente a la de los trabajadores adultos, dice la OIT, y las mujeres jóvenes enfrentan mayores niveles de exclusión.
·A pesar de que se han propuesto diversas políticas para favorecer la inserción laboral de los jóvenes, comenta el organismo, la mayor parte de ellas han estado orientadas fundamentalmente a reducir los costos relativos a su contratación, como los convenios de formación y aprendizaje.
·La Organización Internacional del Trabajo advierte severas contradicciones en el mundo laboral.
·No entiende cómo posible que ahora que los jóvenes tienen más años de educación que sus padres, con más acceso a la modernidad, gracias a las tecnologías de la información, no tengan mejores oportunidades de trabajo.
·En teoría, esta mejor preparación debería hacerlos más atractivos desde el punto de vista de la demanda laboral. Sin embargo, están mal remunerados, trabajan en condiciones precarias o están desprotegidos, destaca.
·Ante este escenario desalentador, el organismo encargado de vigilar las políticas laborales en el mundo, asegura que se requieren dos grandes acciones para frenar el desempleo juvenil: la primera es una política encaminada a atajar la expulsión de jóvenes del sistema educativo y la segunda, que sea generadora de oportunidades de empleo para los muchachos y muchachas de América Latina.
·Se requiere la creación de vínculos entre las universidades y el mercado laboral; fomentar los incentivos para la contratación en el empleo formal y medidas orientadas a promover la iniciativa empresarial de los jóvenes.
FUENTE: Agencias
Más inversión, pide el CEESP
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) considera que el Gobierno Federal debe realizar ajustes y promover la inversión a los sistemas de educación y salud de México, a fin de impulsar la producción y competitividad.
En su análisis semanal, el órgano de investigación del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) resalta la importancia del capital humano como elemento primordial para estimular el crecimiento económico, así como da a conocer sus propuestas.
Destaca que con el fortalecimiento de la calidad en la educación y salud de la población de México se tendría un beneficio generalizado, ya que las personas contarían con mayores capacidades físicas y educativas para ser más productivas. Añade que entre las opciones que podrían considerarse para mejorar estos servicios están el incremento de las inversiones y cambios prudentes en la mecánica de operación para estimular su eficiencia.
No obstante, esto debe ir acompañado de un programa de estímulos que puede contener gratificaciones adicionales por productividad, lo cual propiciaría mayor esfuerzo por ofrecer un mejor servicio, puntualiza. Asimismo, señala que la forma de asignar los recursos públicos podría modificarse, de tal manera que estos se canalizaran en una proporción por alumno o paciente, y no como porcentaje fijo.
La certificación internacional de calidad es otro mecanismo que incidiría de manera positiva en el funcionamiento del sector salud y educativo, porque asegurar un cumplimiento mínimo de sus operaciones para satisfacción de los usuarios impulsaría un mejor desempeño en favor del desarrollo humano y crecimiento económico.
En el caso del sector educativo, es imprescindible fortalecer el plan de estudios, además de reforzar la relación escuela sector productivo.
Asimismo, propone una orientación vocacional, para que los alumnos se den idea de las carreras más prometedoras y evitar las más demandadas, lo cual les permitirá desarrollarse con amplitud en sus campos de trabajo, al ofrecerles un entorno de mayor realización personal y por ende, de mayor potencial productivo.
