EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Entre la tierra transcurre la vida de los habitantes del ejido Santa María. Es un escenario que amanece y anochece con sus pobladores por la falta de pavimento en sus calles.
Las casas de adobe se distinguen al entrar al poblado donde hace falta mucha vegetación. La razón según sus vecinos es que no hay agua para beber, mucho menos para plantar y regar árboles.
Las amas de casa y niños caminan bajo un incandescente sol, sin embargo, parece que todos los de este lugar ya están acostumbrados a vivir así.
El problema del agua como en el resto de los poblados del municipio, no es nuevo. De hecho, la gente recibe el líquido vital a través de los llamados tandeos que para las familias es insuficiente.
Sandra Tovar Cárdenas, quien vive con su familia, comenta que el ?hilito? de agua se acaba a media mañana y no sale hasta la tarde o casi cayendo la noche?.
La ama de casa indica que tiene que llenar cazos de agua y garrafones para tomarla. Luego la acarrean hacia el cuarto de baño para el aseo diario. Es un problema que ya tiene cansados a todos los que viven en este poblado.
?Se justifican diciendo cada cosa, como que los pozos están cerrados por el arsénico y no sé qué tanto, el caso es que nomás nos dan ?atole con el dedo? para tranquilizarnos un poco?, señala Sandra.
Flavia Núñez Márquez, otra vecina de este ejido, comenta que debido a la falta de drenaje, algunas fosas están hasta el tope y en ocasiones, el agua maloliente brota en la tierra.
Eso es un problema de contaminación que preocupa a todos. Flavia asegura que de ahí se emana un olor maloliente, que es generador de moscas.
?Incluso algunos de nuestros chamacos ya hasta tienen problemas en su piel, por lo que estamos en una grave situación?.
El escenario
Entre la tierra transcurre la vida de los habitantes del ejido Santa María.
Es un escenario que amanece y anochece con sus pobladores por la falta de pavimento en sus calles.
Hace falta mucha vegetación. La razón según sus vecinos es que no hay agua para beber, mucho menos para plantar y regar árboles.
El problema del agua como en el resto de los poblados del municipio, no es nuevo.
De hecho, la gente recibe el líquido vital a través de los llamados tandeos que para las familias es insuficiente.
Es un problema que ya tiene cansados a todos los que viven en este poblado.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
