EFE
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- La película Cars es para su autor, John Lasseter, el cerebro fundador de Pixar, una carta de amor a varios objetos de su pasión. ?En ella he querido expresar mi amor por los tiempos de la Ruta 66, esas vacaciones en coche por las carreteras estadounidenses antes de la llegada de las autopistas?, confesó el director de 49 años.
Pero este cerebro considerado ?el nuevo Walt Disney? también habló en una entrevista de otros dos amores a los que está dedicada la película: su pasión por la animación y su amor por los coches de carrera.
?En una vena tengo aceite de coches y en la otra dibujos animados?, apunta jocoso este orondo realizador, que la revista Time describe como un cerebro de 7,000 millones de dólares. Ese es el precio que la compañía Walt Disney pagó por Pixar hace un mes, cuando se cerró una de las compras más importantes de Hollywood, con la que los estudios más antiguos quieren revitalizar su filmografía gracias al genio creativo de este californiano.
Cuando Pixar comenzó sus operaciones hace 20 años como el primer estudio capaz de elaborar películas de animación por ordenador, era un alevín en un mercado dominado por la animación tradicional, de lápiz y papel, donde Disney era el rey. Sin embargo, en este tiempo Pixar ha logrado un récord inigualable en Hollywood.
De sus seis largometrajes -Toy Story (1995), A Bug?s Life (1998), Toy Story 2 (1999), Monsters, Inc (2001), Finding Nemo (2003) y The Incredibles (2004)- ha hecho seis éxitos consecutivos cuya recaudación total supera los 3,200 millones de dólares en todo el mundo.
Según la crítica, Cars está a la altura de sus predecesoras. El filme está centrado en el mundo de las carreras y tiene coches como protagonistas, todos ellos deseosos de llegar primero a la meta.
?Para mí no hay favoritos, Todas las películas de ?Pixar? son como mis hijos?, admite Lasseter aunque la mirada se le alegra al hablar de Cars. No en vano es hijo de un empleado de la empresa automovilística Chevrolet.
Otro amante del automovilismo, Paul Newman, forma parte del reparto que ha puesto la voz a esta película, la primera que se estrena desde la fusión de Disney y Pixar.
Sin embargo, este veterano de filmes como Butch Cassidy and the Sundance Kid y The Sting, admite que lo que le atrajo del proyecto fue la atención al detalle de Pixar en todas sus películas. Y es que, como afirma Lasseter, ?al final, en el centro de la historia no hay un coche sino el corazón del personaje?.
Se trata de una lección que Lasseter aprendió de su esposa, Nancy, madre de sus cinco hijos, a quien no le gustan los coches.
Pero fue quien se lo llevó en un largo viaje de costa a costa en automóvil en el 2000 para que pusiera freno a su trabajo y disfrutara de la familia. También fue ella quien le recordó que con Cars tenía que hacer una película para todos los públicos, de todas las edades y gustos, ya que, según Nancy, era imprescindible que llegara a quienes no les gusta la velocidad.
?De hecho Cars es un recordatorio de que en nuestras vidas, siempre de tanto ajetreo, es bueno parar de vez en cuando y disfrutar el viaje?, añade el director al recordar aquel paseo por EU.
Esto puede resultar una ironía, ya que en la gala del estreno mundial de Cars, celebrada en el circuito Lowe?s Motor de Charlotte (Carolina del Norte), la cinta fue proyectada en cuatro pantallas gigantes ante 30.000 espectadores y en medio del ruido de una carrera de verdad.
Tampoco Lasseter puede predicar con el ejemplo, ahora que repartirá su semana entre Pixar, en Emeryville, al norte de San Francisco, y los estudios Disney en Burbank, norte de Los Ángeles.
Como nuevo director creativo tanto de Pixar como de Disney, el realizador tendrá que reavivar las energías del segundo a la vez que conserva la idiosincrasia del primero.
¿Conseguirá llegar a la meta y, de paso, disfrutar del viaje? ?El secreto está en recordar que las dos partes son igualmente importantes. Pero las películas serán diferentes. El único parecido será su calidad?, responde orgulloso.